Pasar de la choza a vivir en una casa es el primer paso para la aceptación de los batwa por el resto de la sociedad. Este matrimonio de pigmeos disfruta de su nueva vivienda de paredes de adobe y techo de teja en el remoto poblado de Gatwe.Ana PalaciosMaria Nahimboneye, de70 años, acaricia la arcilla para dar forma a una vasija delante de su casa en poblado de Carire. La alfarería, como la caza y la recolección, es una de las actividades fundamentales de las mujeres pigmeos de Burundi.Ana PalaciosSólo el 12% de los niños pigmeos acude a la escuela. La extrema pobreza de las familias batwa dificulta su asistencia. El analfabetismo es una de las causas de su marginalización. Niños batwa vestidos con harapos en Muzenga.Ana PalaciosLa falta de terrenos para cultivar empuja a los pigmeos a la extrema pobreza. Tener una vaca es un lujo entre los suyos. La deforestación ha forzado a los batwa a adoptar prácticas propias de hutus y tutsis.Ana PalaciosLos batwa son míseros entre los pobres, visten harapos, son analfabetos, jamás acuden al médico y los niños no conocen las vacunas. La mayoría no alcanza los 50. Niños batwa del poblado remoto de Muzenga.Ana PalaciosEn Centro Cardenal Tonini, Francine Nibitanga, de 19 años, y sus compañeros, la mayoría batwas, tienen la posibilidad de estudiar o aprender una profesión y formar parte en el futuro de una élite de pigmeos formada.Ana PalaciosClodine Nyonsaba, de 25 años, no sabe leer ni escribir. Vive en una choza de barro y paja en la remota aldea de Muzenga desde hace cinco años. Es un lugar provisional pues todavía espera el título de propiedad definitivo por parte del gobierno.Ana PalaciosEn la aldea de Carire, un niño viste prendas roídas del color de la tierra, del polvo rojo que todo lo tizna. Una estampa monocroma de la pobreza.Ana PalaciosLa deforestación de parte de las selvas africanas diezma la caza, forma de subsistencia de los batwa. Buscar leña y recoger agua es parte de las tareas diarias de los pigmeos, que no disponen de electricidad ni agua corriente.ana palaciosNo hace mucho tiempo, la mayor parte de la población de Burundi se abastecía de las vasijas de barro delos batwa. La llegada de los objetos de plástico 'Made in China', más baratos y duraderos, ha puesto fin a su única fuente de ingresos.ana palacios
