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Gustavo Petro
Columna
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Petro pregunta a Petro

El presidente colombiano suele hablar de los pecados de los gobiernos de otros países, aunque respecto a otros guarda silencio. Pero, ¿podría también ser así de crítico con él mismo?

Gustavo Petro
Gustavo Petro en Bogotá, el 19 de septiembre.CCARRION (Presidencia de la República)

En lo que podríamos llamar un ejercicio retórico de extrapolación, resultaría interesante imaginar lo que el presidente Petro tendría por decir sobre infinidad de cosas que pasan en Colombia y en el mundo y que muestran su constante contradicción. Y toca hacer el ejercicio imaginando y especulando, pues Petro casi no acepta entrevistas, huye de los diálogos y prefiere los monólogos de imposible digestión y llenos de imperativos absolutos, aunque pareciera que muchos no lo han notado.

Concedamos que todos los medios y periodistas (aunque unas pocas veces ha logrado aceptar que son algunos medios y algunos periodistas, mas no todos) son enemigos del pueblo que sólo buscan distorsionar la realidad para favorecer a sus dueños. Siendo así, ¿cuándo irá el presidente a hablar de la libertad de prensa que hay en la China? ¿Qué día le escucharemos hacer una larga condena a ese y otros regímenes (como el de Venezuela) donde los medios de comunicación son controlados por el Estado y donde la oportunidad de disenso no existe? ¿No son enemigos del pueblo los medios que más que realidades cuentan únicamente aquello que los gobiernos quieren que se cuente, así esto implique borrar de un tajo violaciones a derechos humanos o invisibilizar etnias enteras?

Concedamos que el Congreso está lleno de corruptos que sólo hacen lo que sus patrocinadores les piden y que su única misión es mantener el statu quo que lleva décadas agobiando a Colombia. De ser así, ¿por qué razón su gobierno se prestó para montar una absoluta red de compra de conciencias con plata del erario a través de contratos de la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo? ¿Por qué cuando habla de los pecados de los gobiernos del país no habla con nombre propio (Olmedo López) sino que habla de Gestión del Riesgo como si este fuese un despacho alejado del presidente y de su entorno, cuando en realidad él nombró a Olmedo y los implicados en el escándalo hacían parte de su entorno más cercano? ¿Por qué jugar el mismo juego que en los discursos se condena, por ejemplo, con la nominación de Gregorio Eljach a la Procuraduría?

Concedamos que en Colombia los más ricos y los empresarios son enemigos del pueblo. ¿Entonces qué ha hecho de manera efectiva para reactivar empresas públicas que de manera eficiente atiendan las necesidades de los colombianos y, además, generan empleo de calidad? ¿Por qué, si los empresarios son los enemigos del pueblo, no acabó él con infinidad de empresas electorales que se apuntalan en las entidades públicas, como es el caso del ministro del Interior y del ministro de Relaciones Exteriores, quienes convirtieron su trabajo y sus carteras en generosos espacios de promoción política con miras a las elecciones de 2026? ¿Por qué, si este es el gobierno de la Paz Total y los empresarios son los enemigos, no crea una mesa de diálogo con los líderes empresariales para que entre todos se llegue a acuerdos sobre una Colombia soñada?

Concedamos que el sistema de salud en Colombia es un desastre. De eso no hay duda. ¿Por qué razón cuando nos presentaron la reforma a la salud no nos dijeron que lo quieren es implantar en el país un modelo que ya es exitoso en otros lugares del mundo? ¿Por qué querer mostrarse como el inventor de algo que ya existe? ¿Por qué no decir la verdad?

Hacer democracia es aceptar las diferencias y para ello se necesita menos discurso y más escucha. ¿Cuál de las dos gusta más a Petro presidente?

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