Polo Polo se reafirma en su desprecio hacia las víctimas de los ‘falsos positivos’
El representante a la Cámara de derecha impugna el fallo que le ordenaba disculparse por sabotear un homenaje hecho por familiares de miles de jóvenes asesinados por militares colombianos
El representante a la Cámara Miguel Polo Polo ha impugnado este viernes el fallo que le ordenaba ofrecer disculpas públicas tras haber saboteado a mediados de noviembre un homenaje artístico a las víctimas de los asesinatos de civiles por militares, conocidos en Colombia como falsos positivos. La orden fue emitida por el juzgado 30 civil del circuito de Bogotá, el pasado 6 de diciembre, como resultado de una tutela interpuesta en su contra. El legislador, lejos de disculparse, se reafirma en sus ataques a las víctimas y ha impugnado esa orden, por lo que ahora el Tribunal Superior de Bogotá tendrá que definir el futuro de esa acción con la que se buscaba una retractación de parte del congresista.
Este viernes, a la salida de la sede de la Corte Suprema de Justicia, en el norte de la ciudad, Polo Polo dijo: “Yo no tengo que disculparme por nada porque yo no he cometido crímenes ni fui autor de falsos positivos. Nosotros no estamos negando la existencia de los falsos positivos. Lo que estamos criticando, lo que estamos cuestionando, es esa cifra inflada sin ningún sustento”. Con esa cifra, añadió, la izquierda ha hecho “politiquería”, y aseguró que su petición es que se muestren las listas con los nombres, los números de cédula y los lugares en que ocurrieron los asesinatos.
El hecho por el que Polo Polo recibió la orden judicial ocurrió el pasado 12 de noviembre, en la Plaza Núñez, un enorme espacio ubicado entre el Capitolio Nacional y la Casa de Nariño, en el centro de Bogotá. Allí, un grupo de miembros de las Madres de Soacha, un colectivo de mujeres oriundas de ese municipio cuyos hijos fueron asesinados por oficiales del Ejército para hacerlos pasar como guerrilleros abatidos, instalaron un homenaje artístico para sus familiares muertos. Para ello, usaron decenas de botas, una prenda que ha ganado simbolismo, al haber sido usada con los jóvenes asesinados como parte del falso uniforme para hacerlos pasar como insurgentes. Polo Polo, en un video para sus redes sociales, se grabó mientras recogía las botas y decía: “Estas botas deben ir a donde pertenecen, al canasto de la basura”.
No fue el único ataque del representante, que, además, sugirió que los organizadores del homenaje habían recibido algún tipo de pago. Sin embargo, la afirmación que quizá causó la mayor parte de los rechazos fue cuando puso en duda la cifra de los 6.402 falsos positivos, que, según dijo, “no puede ser soportada ni por los tribunales de Justicia y Paz, ni por la Fiscalía General de la Nación, ni por la JEP”. Su argumento, no obstante, era engañoso, ya que la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) calculó en 2021 que, entre 2002 y 2010 ―el periodo presidencial de Álvaro Uribe―, esa fue la cantidad de jóvenes asesinados por el Ejército. Por su parte, Justicia y Paz no se ocupa de investigar crímenes estatales y, aunque la Fiscalía tiene otras cifras, decenas de militares han confesado haber participado en esas ejecuciones.
Este viernes, Polo Polo asistía a la sede de la Corte Suprema de Justicia para conciliar con el senador Iván Cepeda, una de las caras más visibles de la izquierda en el Congreso, y quien el 18 de noviembre lo denunció ante ese tribunal por los delitos de hostigamiento y discriminación. El representante, a quien Cepeda describió entonces de “bastante mediocre”, centró su argumento de este viernes en su trabajo legislativo. El senador, que optó por no conciliar, explicó a su salida de la diligencia: “Polo Polo intenta presentar esto como una discusión en torno a su trabajo parlamentario, intentando engañar a la justicia, porque aquí el problema de fondo es el acto que él realizó hace unas semanas, denigrando y humillando a las víctimas”.
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