Los alcaldes de Colombia se resisten al día cívico convocado por Petro

Los alcaldes de las principales ciudades de Colombia han rechazado el enésimo llamado del presidente Gustavo Petro para que los ciudadanos se vuelquen a las calles, en esta ocasión en defensa de la reforma laboral de su Gobierno que languidece en el Congreso. El florero de Llorente ha sido el día cívico declarado por el mandatario para este martes, la misma jornada en que la Comisión Séptima del Senado puede hundir definitivamente el proyecto que, según el relato oficialista, motivó el anuncio de una consulta popular para superar lo que el mandatario califica como “bloqueo institucional”. La respuesta coral de muchos gobernantes locales los confirma como un contrapeso a un presidente de izquierdas que suele recurrir al tipo de agitación ciudadana que antes pavimentó su camino al poder.

El día cívico, una jornada en la que los servidores y funcionarios públicos por regla general no trabajan, busca facilitar a los funcionarios participar en las marchas y movilizaciones convocadas en 32 ciudades desde primera hora de la mañana. “Ningún patrón podrá decir que despide a un trabajador por ir a la defensa de sus propios derechos porque violará la ley”, declaró Petro la semana pasada al anunciar la medida. A lo largo del fin de semana, los alcaldes de ciudades como Medellín, Cali y Bogotá, además de los gobernadores de departamentos como Antioquia, Valle del Cauca y Tolima, anunciaron que no se sumarán al día cívico, aunque ofrecerán las garantías para los ciudadanos que decidan participar. No es del todo claro si las autoridades locales deben atender el llamado del Gobierno nacional, por lo que los alcaldes y gobernadores —elegidos de forma directa en cada lugar— entienden que no están obligados.

Mensajes similares, más allá de los matices, surgieron desde las principales capitales departamentales. “Tenemos una gran responsabilidad con Medellín, la gente confía en nosotros y no vamos a parar”, señaló Federico Fico Gutiérrez, uno de los opositores más frontales a Petro. “Que siga creciendo la economía. Que se sigan generando miles de empleos de buena calidad y bien pagos. No existe mejor política social que la generación de empleo”, apuntilló quien también fue el fallido candidato de la derecha en las presidenciales de 2022. “En Cali seguimos trabajando por la seguridad, el empleo y el desarrollo de nuestra gente… hospitales, colegios, servicios públicos y la administración municipal operarán con normalidad”, apuntó en la misma dirección Alejandro Eder. “Respetamos el derecho a la protesta pacífica, pero nuestra prioridad es que Cali avance con trabajo y resultados para los caleños”, agregó. En ese sentido se pronunciaron otros alcaldes como Jaime Andrés Beltrán (Bucaramanga), Dumek Turbay (Cartagena), Carlos Pinedo (Santa Marta), Johana Aranda (Ibagué) o Jorge Rojas (Manizales).

También, al final de la tarde del domingo, el alcalde mayor de la capital de Colombia. “Este martes, la Alcaldía de Bogotá garantizará la prestación de todos sus servicios y no se sumará al día cívico”, declaró Carlos Fernando Galán. Detalló que los 710.000 estudiantes de colegios públicos de la ciudad tendrán clase presencial y alimentación escolar, y que los servicios del Distrito funcionarán con normalidad. La postura de los alcaldes en general, y la de Galán en particular, irritó a Petro, que a lo largo del lunes arremetió contra ellos en las redes sociales. Aunque las diferencias entre mandatarios locales y presidentes no es nueva, el enfrentamiento ha sido especialmente enconado con este Gobierno.

“Precisamente para trabajar hay que parar. Alcaldes de la miseria que dejan a sus ciudades sin agua. Que prefieren golpear débiles habitantes de calle y vendedores ambulantes que frenar a los voraces especuladores de la tierra y el agua. Alcaldes de la muerte que no saben defender la vida y que serán borrados de la memoria de los pueblos por las multitudes desatadas”, escribió el presidente Petro en uno de los copiosos mensajes que publicó en X, por siempre Twitter, su canal de comunicación favorito. Muchos estuvieron dedicados a atacar específicamente a Galán, un choque entre los dos principales cargos de elección popular en Colombia que contagia, cada vez más, el debate político nacional. En el episodio más reciente, el alcalde mayor elevó el tono para rechazar el proyecto de resolución de ordenamiento ambiental para la Sabana de Bogotá, que considera un ataque a la autonomía territorial de la capital. Por la primera línea del metro se han sacado chispas en múltiples ocasiones, además de otros roces en torno a la postura de Colombia frente a la vecina Venezuela, la manera de abordar la lucha contra el hambre o el enrevesado proceso que rodea al hospital San Juan de Dios.