Blanca Huertas, la colombiana que cuida cinco millones de mariposas

Si Blanca Huertas (Bogotá, 46 años) se dedicara cada día a estudiar diez de los objetos preciosos de la colección que guarda, protege y cuida con tanto recelo, necesitaría 1.369 años para conocerla completamente. Es una tarea imposible porque –para empezar— identificar y clasificar una sola especie de mariposas toma su tiempo. Sin embargo, en 17 años ha logrado el registro civil para centenares de estos insectos alados, que están guardados en unas 40.000 cajas en el edificio en forma de crisálida donde trabaja y que se levanta, imponente, en el Museo de Historia Natural de Londres.

Allí, esta bióloga de la Universidad Pedagógica, con doctorado en el University College London y máster en Métodos Avanzados en Taxonomía y Biodiversidad del Imperial College London, es administradora, guardiana y responsable de la colección de mariposas más grande, completa y antigua del mundo: son cinco millones de ejemplares recolectados en casi todos los rincones de la Tierra y a lo largo de 400 años.

En esta monumental compilación, que Huertas tiene a su cargo desde el 2007, hay mariposas que datan de 1600, así como especies que fueron recolectadas por Joseph Banks y Charles Darwin, extraordinarios científicos y exploradores de los siglos XVIII y XIX.

“La primera vez que viene a visitar el museo no puede volver a salir”, dice Huertas. Se convirtió en voluntaria para poder ir con frecuencia mientras estudiaba y luego consiguió un trabajo fijo, al que se dedicó con pasión y esfuerzo hasta llegar a ser curadora principal de lepidópteros. No solo es la primera mujer en ocupar este cargo en casi 150 años de historia del museo, también la primera persona latina y con un color de piel diferente al de la mayoría de científicos que deambulan por el lugar. “Hay unos estándares tradicionales, que cuando no los cumples, te toca más duro y los ascensos se hacen más complicados, pero aquí estamos”, dice.

Por eso fue una de las promotoras y fundadoras del grupo IDEA, un colectivo interno en el museo que busca defender la equidad y la inclusión laboral, y tener voces diversas en la ciencia.

Las plantas, los bichos y, en especial, las mariposas hacen parte de su vida desde que era pequeña y, en las vacaciones, caminaba con su familia por las montañas del altiplano cundiboyacense. Luego, como bióloga, recorrió el país persiguiendo mariposas. Ahora sale menos porque estudia estos insectos en el museo: cada vez que abre uno de esos cajones, descubre algo nuevo.

Así lo hizo durante la pandemia, aprovechando la calma que esta trajo. Con Kim Garwood, Juan Guillermo Jaramillo e Indiana Cristóbal Ríos-Malaver, se dedicaron a una tarea pendiente que venían desarrollando hacía varios años, sin mucho tiempo para sacarla adelante: saber con exactitud cuántas especies de mariposas vivían en Colombia, el segundo país más biodiverso del mundo.

Revisaron e investigaron no solo especímenes del Museo de Historia Natural, también bases de datos, libros, artículos y notas de trabajos de campo para llegar a una muy buena noticia: “Sabíamos que Colombia era el país número uno en aves y en orquídeas e intuíamos que podía serlo en mariposas, pero no había un inventario completo y unificado. Lo hicimos y confirmamos que también somos el país con mayor cantidad de estas especies: tenemos cerca de 4.000 y de ellas, 200 son endémicas, ningún otro país las tiene”, cuenta, emocionada.

Este título mundial se ratifica con contundencia: el 20% de las especies del planeta se encuentran en el país, que tiene casi el mismo número que todo el continente africano y 3.500 más que toda Europa.

“Esta información es muy importante en varios sentidos. Así como se ha desarrollado el turismo para el avistamiento de aves en Colombia, se puede hacer ecoturismo con las mariposas. Pero, más que eso, al conocer esta riqueza natural es posible gestionar que los bosques y lugares donde habitan sean áreas protegidas, especialmente si son especies en peligro de extinción o si son endémicas, porque, si se pierden, desaparecen del planeta”, explica.

De ahí también la importancia del libro Mariposas endémicas de Colombia, que publicó junto a Jean-François Le Crom y Yenny Correa Carmona, que se puede bajar en línea, en español o inglés, y que ha sido descargado 25.000 veces desde 2022, cuando fue publicado. “Quisimos crear conciencia sobre esas especies únicas que tenemos y que no sabemos si se están extinguiendo. Es fundamental evitar que se pierdan los bosques donde viven”.

Para Huertas, el Museo de Historia Natural de Londres “es como una selva inexplorada”, en la que a ella le gusta sumergirse para encontrar tesoros escondidos y mostrarlos al mundo. Ya sacó a la luz la riqueza colombiana, y sigue trabajando en la descripción de especies de Sudamérica, “porque históricamente el museo se ha enfocado en otras latitudes, como las excolonias británicas”. En esta nueva expedición encontrará, sin duda, otros aportes de las mariposas a temas como la genómica, el arte, la inteligencia artificial y el cambio climático.

*Apoyan Ecopetrol, Movistar, Fundación Corona, Indra, Bavaria y Colsubsidio.