La imposición de Zapatero fuerza la renuncia de Berrocal, cabeza de lista

Cristina González, secretaria general del PSE-EE de Álava desde que relevó a Txarli Prieto, sabía que Maite Berrocal, candidata del partido a la alcaldía de Vitoria, renunciaría a esta condición si le obligaba a incluir como número dos de la lista a Carlos Zapatero, expresidente de Caja Vital. Ninguna de las dos cambió de posición y así estalló este lunes la enésima crisis en esta formación porque la Ejecutiva nacional socialista validó la propuesta de su líder territorial. Berrocal, enferma desde el viernes, no hizo declaraciones, pero bastó un comunicado y el análisis de sus más próximos para conocer su irrevocable renuncia que fuerza a aplazar las asambleas de las dos agrupaciones de Vitoria a la espera de que González presente hoy su plan B, como ella misma calificó a la propuesta alternativa que manejaba como recambio de Berrocal.

Fuentes internas del PSE-EE siempre entendieron “forzado” el súbito entendimiento entre González y la candidata Berrocal. La secretaria general estrenó su cargo con la sorprendente realidad de que no habría primarias para la lista de Vitoria porque solo se presentaba Berrocal, una curtida concejala íntimamente relacionada con el exalcalde Patxi Lazcoz, proscrito por el sector oficial. La desconfianza no tardó en manifestarse más allá de las puntuales comparecencias conjuntas. El grupo municipal socialista de Vitoria abonó los primeros anuncios para proyectar a Berrocal sin incluir el logotipo del partido.

Cuando se avecinaba el plazo para la confección de la candidatura, ambas mantuvieron dos reuniones, siempre a instancias de la secretaria general. Berrocal siempre se sorprendió porque veía cómo así se le impedía la posibilidad, recogida en los estatutos del partido, de defender ante la Ejecutiva territorial la idoneidad de sus candidatos. Hasta ahora, siempre se había seguido el trámite reglamentario, aunque en 2011 todo fue más sencillo ya que Lazcoz, aún alcalde, repitió la misma lista.

En sus encuentros se evidenciaron las diferencias. González defendió la conveniencia de incluir a Zapatero como número dos alegando la capacidad profesional de este Inspector de Trabajo, ahora funcionario del Gobierno vasco, en el área económica tras su paso por la máxima responsabilidad de Vital y la vicepresidencia de Kutxabank.

Sin embargo, Berrocal entendía que precisamente este paso por estas entidades financieras suponía la peor carta de presentación ya que se habían visto envueltas durante el mandato de Zapatero en desahucios y venta de preferentes de Fagor y Eroski con hondo malestar social. En ambas ocasiones, González escuchó la advertencia de Berrocal de que renunciaría a la candidatura si Zapatero era incluido como su teórica mano derecha.

La actual concejala quería como número dos a Virgilio Bermejo, un doctor en Historia y asesor desde 2001 del grupo socialista en el Ayuntamiento de Vitoria. Pero tampoco había acuerdo en el tercer puesto. Berrocal apostaba por Silvia Calurano, pero también fue relegada a pesar de su condición de miembro de la Ejecutiva alavesa en el área de Igualdad en favor de la edil Isabel Martínez, que entró como independiente con Lazcoz y que se ha ganado la reputación en el ámbito económico.

Ahora, González recurre este martes ante la ejecutiva a su plan B para encabezar la candidatura y antes de convocar para los próximos viernes y lunes a las asambleas de las dos agrupaciones vitorianas para refrendar la lista cerrada de 27 candidatos, a la que no pueden votar en contra.