El nomenclátor, los monumentos y la censura, a debate en Barcelona

¿Hace falta que Barcelona tenga una intervención de Jaume Plensa en el mar para que se pueda ver desde el aire? ¿Tiene sentido el proyecto de los anillos de Frederic Amat en las fachadas del Liceo? ¿El nomenclátor de la ciudad debe responder a personajes recientes de la política catalana? ¿Qué repercusión tienen decisiones autoritarias como la censura de proyectos artísticos? ¿Cómo se toman las decisiones en las instituciones culturales? Interrogantes que forman parte de la reflexión sobre la cultura que quiere impulsar el gobierno de Ada Colau y que tomarán forma en el programa Valor. 10 debates sobre la construcción del valor de la ciudad que se celebrarán a partir de la semana próxima y hasta el 26 de abril en el Centre de la Imatge del ICUB.

Unas reflexiones que se tendrán en cuenta para la elaboración de Plan de Cultura de Barcelona a 10 años vista y, con un impacto más cercano, en el Plan de Actuación Municipal (PAM) del mandato.” Sin ser concluyentes, sí se tendrán en cuenta”, vino a decir la delegada de Cultura del Ayuntamiento de Barcelona, Berta Sureda, en la presentación del ciclo. Sureda considera que el modelo cultural de la ciudad está viviendo una “etapa de transición” y que la cultura, para serlo, debe de ser transformadora, transgresora y crítica”. Además de participativa. Los comisarios del proyecto son Jorge Luis Marzo, profesor y del Centre Universitari de Disseny y Joana Masó, profesora de literatura de la Universidad de Barcelona e investigadora del Centre Dona i Literatura, de la cátedra Unesco.

“Lo que se discutirá en los debates son problemas del presente y pendientes de hacer”, ha explicado Marzo en la presentación del programa. Y ha puesto un ejemplo sobre la revisión del nomenclátor de la ciudad, ahora en revisión: “Tenemos que analizar las recientes propuestas de renombrar calles y avenidas de la ciudad con nombres de personajes recientes de la política catalana. Me explicaron que Jordi Pujol le sugirió al ex alcalde Xavier Trias que la avenida general Mitre –donde vive el expresidente- llevara su nombre. Otra iniciativa reciente y que ha levantado polémica ha sido la de poner el nombre de Samaranch a otra calle”. El formato de los debates será de expertos del tema, a veces técnicos del ICUB, otras del mundo universitario y moderados por 10 artistas. “Se intenta tener diferentes puntos de vista, lo más contrastados posible”, ha subrayado Masó. Un contraste de ideas que no se podrá hacer en todos los casos, por ejemplo en el que se plantea la idoneidad del proyecto de Jaume Plensa, encargado por el ex alcalde, Xavier Trias, como un ejemplo de intervención que modificaría el skyline de la ciudad y en el que Plensa no participará: “Le invitamos, pero declinó”, ha aclarado Marzo. Un debate en el que también se tratará del proyecto de los anillos de Frederic Amat para el Liceo.

Una de las discusiones plantea si los monumentos son la única manera de mantener viva la memoria y otro aborda si la pseudo privatización mediante concesión de un antiguo espacio público de la ciudad, como el Canódromo, tiene sentido. El alcance de las decisiones de las instituciones y la censura, como la que se hizo con la escultura de La bèstia i el sobirà, en el MACBA, o en el festival Ingràvid de Figueres, donde se apartó una obra que incluía simbología franquista, también se someterá a discusión.