Las ‘webcam’ de naturaleza convierten al ciudadano en colaborador científico
Las cámaras instaladas en el campo por varias organizaciones pretendían divulgar, pero se han revelado como un lugar de encuentro en el que los aficionados pueden ofrecer datos a los investigadores
El paseo de una lince (nacida en libertad) y sus tres cachorros fue una de las apariciones estelares recogidas por las cámaras web instaladas en una finca de Ciudad Real por la organización ambientalista WWF, que emite durante 24 horas para todo aquel que pinche en el enlace. También se puede observar, en este momento, cómo una pareja de buitre negro se turna para empollar un huevo en su nido en el Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama a través de otra cámara, esta de la ONG de ornitología SEO/BirdLife. Imágenes a las que se suman otras de ciervos, zorros, ginetas, milanos, azores, garzas… que enganchan a personas anónimas que avisan de todo lo que pasa y se convierten así en fieles colaboradores de los investigadores. “Hay cientos de ojos mirando y hay personas que llevan diarios de las cámaras. Es ciencia ciudadana”, describe Carlos Hernáez, biólogo y coordinador de webcam de SEO/BirdLife.
Antonio Pujales, vigués de 51 años, es uno de estos fieles. “Todo empezó con el confinamiento, estaba encerrado y a mí siempre me ha encantado la naturaleza”, explica. Se aficionó al canal Territorio Lince de WWF que emite desde Ciudad Real. “La gente de la organización participaba, el guarda forestal… y empecé a intervenir. Había muy buen rollo y alguien preguntó si se podían capturar imágenes y hacer montajes y comenzamos a hacer un grupo”, añade. Ahora son un “montón de personas y somos amigos: Leo, Antón, José María”, enumera. Para él habría sido imposible observar el comportamiento de un lince en la naturaleza si no existieran estas cámaras. “Hay aficionados que revisan las grabaciones nocturnas y envían los datos a las organizaciones a las que pertenecen [se puede acceder fácilmente a un cuestionario]”, explica. Pero hace falta paciencia y suerte, y que haya cobertura, porque, a veces, la conexión se interrumpe por ese motivo.
La webcam de WWF se instaló hace casi un año con el objetivo de captar linces y, de hecho, se ha conseguido. El lugar no está elegido al azar, en 2020 se contabilizaron por la zona y alrededores 28 crías del felino. “Es muy complicado observar el comportamiento de los animales en su entorno natural y de esta forma lo conseguimos, además de ser un método de divulgación fabuloso”, explica Ramón Pérez de Ayala, responsable del programa del lince en WWF. La instalación cumplirá un año en abril y ha tenido un gran éxito de audiencia: el máximo fue de 2.000 espectadores en mayo pasado. La organización recoge los momentos estelares y una vez al mes mandan un boletín a los suscritos. Todo gratis.
La finca donde se encuentra la cámara de Territorio lince está catalogada como refugio de fauna y en ella no se caza. El dueño del terreno de 10 millones cuadrados, Pedro Solís, es un enamorado de la biodiversidad y de Félix Rodríguez de la Fuente, al que le debe su afición por la naturaleza. Explica que el éxito de la instalación se debe, además de al lince, a la gran cantidad de otros animales que quedan inmortalizados: meloncillos, ginetas, garduñas, ratones, lirones caretos, ciervos, jabalíes, diferentes especies de aves... “La vida salvaje se regula sola, es mentira que se necesite la caza”, mantiene desde su experiencia en esta enorme finca que está preservando y rehabilitando. Solís, de familia bodeguera, lo hace por convicción y porque: “Todas las personas debemos devolver a la tierra algo de lo que nos ha dado y de una manera u otra todos podemos”.
Buitres negros en Guadarrama
Las cámaras instaladas por la ONG de ornitología SEO/BirdLife, muchas de ellas en nidos, permiten observar a especies en peligro como una pareja de buitre negro en el Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama, que en estos momentos está empollando un huevo. Esta colonia de la especie en el municipio de Rascafría es una de las más grandes en España, con 153 parejas. Dos cámaras (una exterior y otra en nido) graban la cría del cernícalo primilla en el Parque Nacional de Cabañeros (Castilla-La Mancha), además de un nido de lechuzas. Y en el muladar (punto de alimentación de aves) de las Pichillas, en el municipio oscense de Binaced, se divisan milanos reales, buitres ratoneros, alimoches, abubillas, golondrinas, estorninos. El año pasado la ONG situó otra webcam en la reserva ornitológica de la Laguna del Oso (Ávila), una de las zonas principales de paso migratorio en invierno para las grullas y los ánsares comunes. “Por primera vez se ha conseguido grabar con infrarrojos a las grullas de noche”, explica Carlos Hernáez, biólogo y coordinador de Webcams de SEO/BirdLife.
“Nosotros estamos acostumbrados a salir para estudiar a las aves, pero con las cámaras se pueden ver comportamientos que de otra forma es imposible. A mí me ha sorprendido mucho”, explica. “Por ejemplo”, continúa, “cuando un águila calzada pone un huevo llama al macho, que viene aunque esté lejos, y se ve claramente que se lo enseña, incluso como se comunican”. El control constante les sirvió también para rescatar en 2011 a dos pollos de águila imperial a los que atacó su hermano mayor en un episodio de cainismo en Cabañeros.
Pablo Nava, coordinador del seguimiento de las cámaras con voluntarios de SEO/BirdLife, explica que el año pasado iniciaron un estudio del comportamiento reproductivo de las aves (cópulas, puestas, cuidados parentales, presas, alimentación...) en el que participaron 60 personas del que van a elaborar un informe. Este año la campaña prosigue y hay abierto un enlace para que los interesados se inscriban. “Es necesario que se apunten porque seguimos una metodología para anotar los datos”, advierte.
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