La ‘Euphoria’ sueca gana Eurovisión
Pastora Soler, la representante española, no ha podido pasar del décimo puesto
Era una de las favoritas, y los pronósticos esta vez no han errado. Suecia será la sede de la 58ª edición de Eurovisión en 2013 tras alzarse como la ganadora en la final del festival de este año, que ha tenido lugar en Bakú, capital de Azerbaiyán. La cantante sueca Loreen y su tema Euphoria han conseguido la mayoría de los puntos, seguida de Rusia y sus abuelas Buranovskiye Babushki, y Serbia y su representante, Željko Joksimović. No ha habido sorpresas en los primeros puestos de la tabla, pero sí alguna en los últimos lugares, con Reino Unido y el veterano Engelbert Humperdinck en la penúltima posición, al que su amplia carrera musical no le ha servido para conseguir un buen lugar en Eurovisión. Muy pronto quedó clara la victoria de Suecia, que se situó como líder en la clasificación desde el comienzo. Con una puesta en escena llamativa y una excelente voz, la sueca Loreen ha conseguido alcanzar los 372 puntos al final de la noche.
La sevillana Pastora Soler no ha podido pasar de la décima posición con la balada Quédate conmigo. El tema, compuesto por Tomas G:son, Erik Bernholm y Tony Sánchez-Ohlsson, ha permitido a la española lucir sus habilidades vocales en una excelente interpretación. De hecho, la española figuraba entre los favoritos para ganar el festival en todas las quinielas de las semanas previas a la final. Sin embargo, la voz de Pastora Soler y su poderosa interpretación no han sido suficientes para pasar de los 97 puntos que la situaron en el 10º puesto al final de la noche. Acompañada de una escenografía sobria y con el pelo recogido, la intérprete española ha lucido un vestido de gasa azulado de corte helénico que lleva la firma de Cañavete, el diseñador de confianza de la sevillana. Por cierto, el veterano eurovisivo Tomas G. productor de Quédate conmigo ,también lo era de Euphoria.
Otros países han puesto en escena espectáculos más llamativos, como el Irlanda y los gemelos Jedward, que en su segundo año consecutivo en el festival han terminado su actuación pasados por agua. El grupo turco también ha llamado la atención por su peculiar puesta en escena, con cuyos trajes simulaban un barco en ciertos momentos de la actuación. En otros casos, los estilismos han sido los que han llamado la atención, como el caso de la albana Rona Nishliu o el vestuario al estilo casa de muñecas de los representantes de Moldavia. Y es que hay que recordar que en Eurovisión, como espectáculo que es, también entra en juego la puesta en escena, que en muchos casos ha sido decisiva para lograr la victoria.
Un espectacular escenario con grandes pantallas y 2.500 focos ha servido de marco a la final del certamen, celebrado en el Baku Crystal Hall, que ha dado cabida a 17.000 espectadores y que fue construido en tan solo siete meses para la cita eurovisiva. El arranque del festival marcó el camino de lo que se vio después en escena, con acróbatas y bailarines mostrando danzas típicas de la región. El espectáculo que ha acogido la capital de Azerbaiyán ha conseguido mantener el alto nivel que alcanzó la puesta en escena de la edición de 2011 del certamen, que se celebró en la ciudad alemana de Düsseldorf. Un millar de personas entre bambalinas se ha asegurado de que todo saliera perfecto en un show que es seguido por televisión, según las previsiones, por más de 100 millones de espectadores en todo el mundo.
La celebración del festival en Azerbaiyán, país con un régimen dictatorial, no ha estado libre de polémica. Armenia decidió no presentarse este año al festival por “circunstancias ajenas a la Unión Europea de Radiodifusión”, según la versión oficial, aunque son conocidas las complicadas relaciones que mantienen los dos países. Además, en los últimos meses en Bakú, decenas de activistas por los derechos humanos han sido detenidos tras protestar por el desalojo de los vecinos —sin compensaciones económicas justas— del barrio donde ahora se asienta el Baku Crystal Hall. Curiosamente Loreen fue la única de los participantes en reunirse con los activistas.
Babelia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.