El superpoder de conectar con otros

Es complicado explicar de qué trata Sense8. Ni siquiera Daryl Hannah, una de las piezas clave de esta historia, es capaz de detallar el género al que pertenece la serie. “No diría que es ciencia ficción tradicional, sino que tiene más de fantástico. Es más sobrenatural en algunos sentidos. Tiene elementos de comedia, drama…” La actriz, que pasó por Madrid con motivo del lanzamiento de Netflix, plataforma que produce Sense8, en realidad tampoco quiere entrar en detalles de una historia que lleva el sello de los hermanos Andy y Lana Wachowski, responsables de Matrix, y que, como todo lo que firman, tiene un plus de misterio a su alrededor.

“A los Wachowski no les gusta contar mucho sobre sus proyectos antes de que salgan adelante, así que no me habían dicho mucho. Pero me interesaba mucho trabajar con ellos aunque solo me hubieran contado un par de cosas”, explica la actriz. Quien fuera sirena en Splash y asesina tuerta en Kill Bill tiene en Sense8 un papel fundamental para engarzar las diferentes tramas que dan forma a una serie en la que ocho desconocidos de diferentes partes del mundo empiezan a notar unas extrañas conexiones mentales y emocionales entre ellos. “No puedo contar mucho sobre mi personaje. Incluso en la primera temporada es muy misteriosa. Es una madre, no literalmente sino metafóricamente, de los sensates [nombre dado a los protagonistas de la serie]. Es la que les hace ser conscientes de sí mismos y de sus poderes”, detalla la intérprete.

Sense8 es la primera serie de los hermanos Wachowski, que ya están preparando una segunda entrega que volverá a llevar a sus protagonistas a recorrer medio mundo. Lugares como Reino Unido, Seúl, Mumbai, Nairobi, Berlín, México, San Francisco o Chicago acogieron el rodaje. “Hemos viajado juntos a todas partes. Somos como un gran circo”, bromea la actriz al recordar la grabación. De este trabajo con los directores, Hannah destaca la claridad de ideas de los dos cineastas en lo que se refiere a la serie. “Están muy involucrados con sus proyectos, muy conectados con los personajes y con la historia. Es realmente su creación”, explica. “En mi carrera, de muchas décadas solo he vivido unas pocas experiencias que son realmente geniales en todo lo que le rodea. Y esta es una de ellas”, remata la actriz.

Daryl Hannah insiste en que Sense8 no es una serie que se pueda entender con solo ver unos pocos capítulos, sino que sus diferentes tramas paralelas y la multitud de personajes hace necesario adentrarse en ella varios capítulos para empezar a entenderla en su amplitud. “En la mayoría de series hay tramas que se resuelven en cada episodio. Pero aquí vas entendiendo la historia según evoluciona. Vas descubriendo la historia a la vez que los personajes. Por eso hay gente que cuando ve solo los dos primeros capítulos no sabe qué está pasando”, explica.

En plena era televisiva de los superhéroes, en Sense8 el poder de sus protagonistas es el de la empatía, que les permite conectar entre ellos y sentir lo que sienten otros. “Esta no es una serie sobre alguien que puede tirar un muro con su mano. Es sobre alguien que puede oír o saborear algo que alguien está oyendo o saboreando en India o África. No es el tipo de propiedades de un superhéroe, son capacidades que tiene la gente real. Por ejemplo, cuando ves una película compartes en cierta forma experiencias con otra persona, lo ves en la pantalla pero te pones en su situación”, describe Daryl Hannah.

Y para la segunda temporada, ¿qué les depara a los sensates? “No puedo contar mucho. Aún está en proceso. Es mejor descubrirlo como un regalo de cumpleaños. ¿Cuánto te gustaría saber de tu regalo de cumpleaños? Pues lo mismo aquí”.

La pieza hispana

Uno de los personajes de ese puzle lo interpreta el español Miguel Ángel Silvestre. El protagonista de Velvet da vida a Lito, un actor de telenovelas mexicano homosexual. Silvestre fue pasando pruebas hasta que la directora de cásting lo llamó por Skype. "Me dijo que estaban grabando la conversación porque los Wachowski querían ver mi cara cuando me dijeran que el personaje era mío", rememora. Ellos eran la principal causa por la que se quería unir al proyecto. "Están muy comprometidos con su verdad, con entender al otro, que todos estamos más cerca de lo que pensamos de los demás".

Sense8 ha sido para él su salto a Hollywood, algo que, como dice, había soñado muchas veces. Un sueño que, cuando se hizo realidad, "te sorprende y no, porque vas viajando con tus sueños y piensas que quieres cogerlos. Así que cuando consigues cogerlo es algo que llevas mirando mucho tiempo". Su incursión en Estados Unidos también ha supuesto una mejora a marchas forzadas de su inglés. "Yo intenté colar hasta el final que mi inglés era maravilloso, pero puedes colarla hasta cierto punto. He estado trabajando en eso", bromea el actor.