Vettel despide el curso a lo Schumacher
El alemán logra su novena victoria consecutiva, la 13ª del curso, e iguala el récord de su compatriota Alonso, tercero, firma su primer podio en seis carreras
Una temporada que teóricamente se adivinaba de lo más reñida en el Mundial de fórmula 1 terminará pasando a la historia como un paseo militar de Sebastian Vettel y su equipo, después de una exhibición de poderío que tuvo su primer acto en Spa (Bélgica), justo después de las vacaciones de verano, y que se ha prolongado durante tres meses enteros. Hasta entonces, el piloto alemán se había impuesto en cuatro ocasiones, que no está nada mal – era el que más acumulaba –, pero es que a partir de ese momento no ha dejado de ganar.
Nueve victorias consecutivas, una nueva plusmarca que reflejarán los libros de historia y que se une a todas las que abarrotan ya el palmarés del chico de Heppenheim, y la 13ª de este 2013, una cifra que iguala el récord que Michael Schumacher, su ídolo, estableció en 2004, el año en que se encasquetó la última de las siete coronas que posee. Por detrás del tetracampeón cruzó la meta Mark Webber, su compañero en Red Bull, que de este modo se adjudicó su cuarto doblete. Una buena forma de despedirse la de este australiano de Queanbeyan, que a partir de ahora competirá con Porsche en Le Mans. El tercero fue Fernando Alonso, primer podio del español en los seis últimos grandes premios. La combinación de resultados imposibilitó que Ferrari alcanzara a Mercedes en la clasificación reservada a los constructores, de modo que la Scuderia finalizará en tercera posición.
El alemán ha logrado nueve victorias consecutivas, una nueva plusmarca que reflejarán los libros de historia
El circuito de Interlagos siempre ofrece espectáculo, y si encima aparece la lluvia, el voltaje aún aumenta un poco más. La cosa es que la prueba comenzó con el asfalto seco y terminó con el cemento mojado, aunque no lo suficiente como para obligar al pelotón a colocar los neumáticos de lluvia. Al margen de la expectación permanente generada por los radares meteorológicos, la carrera deparó algún que otro sobresalto. Como el momento de crisis que se vivió a las puertas del taller de Red Bull cuando Vettel entró a realizar su segunda parada (vuelta 48), pilló a sus mecánicos a trasmano y allí, clavado, se zampó más de diez segundos respecto a Webber, que tuvo que esperar su turno para cambiar de gomas. O cuando Lewis Hamilon y Valtteri Botas se rozaron a final de recta y les estalló una rueda trasera a cada uno, con la consecuente penalización para el británico, la misma sanción que se llevó Felipe Massa en su última aparición con Ferrari, por pisar la isleta que da acceso a los garajes. En definitiva, otro domingo que refleja la tremenda superioridad de Vettel, que ni siquiera perdiendo tiempo se quedó sin triunfo.
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