Mensaje inequívoco de Ricciardo
El australiano se reivindica como uno de los favoritos a llevarse al triunfo rebajando el récord en Mónaco. Alonso, noveno a más de un segundo
A estas alturas de la temporada, Adrian Newey ya debía estar lejos del primer plano que ha ocupado los últimos 30 años como uno de los ingenieros más influyentes del Mundial de Fórmula 1. Hace unas semanas trascendió que el británico iba a dejar su puesto como director técnico de Red Bull, y sin embargo parece que ha ocurrido todo lo contrario. A la vista del rendimiento exhibido en este 2018 por los bólidos del búfalo rojo, el mago del lápiz y el papel está más activo que nunca en la escudería de Milton Keynes (Gran Bretaña), que este fin de semana puede dar la campanada en Mónaco.
Los toboganes de Montecarlo y sus ratoneras calles dibujan un perfil ratonero que premia los mejores chasis, y en ese ámbito aún no hay nadie que se pueda medir a los que salen del puño de Newey. El circuito, el más lento de todo el calendario, mitiga el músculo de más que tienen tanto los Mercedes como los Ferrari, y equipara las fuerzas para suerte de los aficionados, que este domingo (15:10 horas, Movistar Fórmula 1) pueden ver escaramuzas de las buenas.
A la espera de la reacción de las Flechas de Plata y los bólidos rojos, Daniel Ricciardo y Max Verstappen emergen como dos de los principales favoritos a llevarse el premio gordo y a volver a demostrar una evidencia: que la escudería energética es víctima de la poca chicha del motor Renault que incorpora su prototipo en la panza, que y de estar propulsado por Ferrari o Mercedes a lo mejor habría sido capaz de cuestionar el rodillo que el constructor de la estrella pasea desde hace cuatro años.
Por el momento, Ricciardo parece el piloto más entonado en el primer día de ensayos en Mónaco, un trazado que conoce como la palma de la mano porque vive aquí, como ocurre con muchos otros de sus rivales. El australiano sigue jugando al despiste acerca de su renovación y mientras tanto lanza mensajes, como anotarse el nuevo récord de la pista y rebajar el anterior en casi tres décimas. Este jueves marcó el ritmo en las dos sesiones libres y en ambas aventajó en poco más de dos décimas a su vecino de taller. Sebastian Vettel concluyó con el tercer mejor registro, aunque a más de medio segundo de su ex compañero.
Fernando Alonso, por su parte, se pasó la mayor parte del primer entrenamiento en el garaje después de percibir que algo no iba bien en el sistema de frenada de su McLaren. Ya por la tarde, el español terminó el noveno, a 1,2 segundos de Ricciardo y justo por delante de Carlos Sainz, que fue el décimo. Por si había alguna duda acerca del nivel de competitividad del chasis del fabricante de Woking, este es el mejor escenario para ponerlo a prueba, y por el momento los indicios no son demasiado halagüeños.
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