Longo, el eterno cedido
El delantero, ahora en el Deportivo, acumula 12 préstamos en 10 años
“¡He tenido tantas experiencias!”, exclamó Samuele Longo durante su presentación como futbolista del Deportivo. Complicado negárselo. La próxima primavera este delantero italiano de 27 años podría llegar a una stazione termini. Pero para ello el Deportivo debería lograr el ascenso a Primera División y ejercer así la opción de compra obligatoria a la que se ha comprometido con el Inter, propietario de los derechos del futbolista desde 2009. Desde entonces ha pasado por Piacenza, Génova, Espanyol, Hellas Verona, Rayo Vallecano, Cagliari, Frosinone, Girona, Tenerife, Huesca, Cremonese y ahora anida en su nuevo destino gallego. En ese tránsito de 12 destinos jugó un cuarto de hora en partido oficial con el Inter.
Longo ha edificado una trayectoria como temporero. Ningún futbolista acumula tantas cesiones como él. Todo empezó bajo premisas acostumbradas, con dos préstamos antes de la edad senior para encontrar minutos y maduración. En 2011, tras ganar el scudetto juvenil con el Génova, se integró en el Inter ganador de la Next Gen, la competición precursora de la actual Youth League, el máximo escaparate continental del fútbol base. Longo marcó en la final contra el Ajax y semanas después debutó con el primer equipo en el último partido de Liga contra la Lazio. Peleó todo el verano por un puesto al lado de Cassano, Rodrigo Palacio y Diego Milito, del que decían que era una fotocopia. Jugó incluso en la previa de la Europa League y en agosto de 2012, casi al cierre del mercado, salió cedido al Espanyol. “Será una plataforma para lanzar mi carrera”, dijo a su llegada a Barcelona. Aquella temporada el Inter llegó a tener en sus convocatorias a 48 futbolistas diferentes.
Lo que llegó fue la inestabilidad, luces como las de sus inicios pericos, cuando era referencia incluso en el combinado sub-21 de su país y compartía punta de ataque con Immobile e Insigne, y demasiadas sombras, temporadas con cesiones fallidas y rectificaciones a mitad de camino como la del pasado mes de enero, cuando dejó Huesca para alistarse en el Cremonese. Jugó cuatro partidos y una lesión en la cadera le dejó inédito desde febrero. El pasado domingo en Vallecas iba a estrenarse como titular con el Deportivo y se dañó en el calentamiento. “Son muchas cesiones, pero no me arrepiento de nada. Recorro un camino para crecer a nivel futbolístico y personal”, explica.
En julio de 2016, tras siete cesiones y casi cuatro años sin marcar gol en partido oficial, el Inter le puso sobre la mesa un contrato por cinco temporadas. Longo firmó y desde entonces ha pasado por cinco equipos más, con picos de rendimiento en sus estancias en Girona y Tenerife, donde dejó estela de delantero afilado, de magníficas condiciones y anhelante de encontrar un nido. “Llevo varios años diciendo que me gustaría tener más continuidad en un club”, lamenta. Este verano se alineó con la escuadra interista durante la pretemporada y le marcó un gol al París Saint Germain. Hubo quien verbalizó la palabra promesa y aludió al futuro que está por llegar. El técnico Antonio Conte aclaró: “Es un jugador que tiene una carrera tras él”.
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