El Atlético remonta al Sevilla con épica, fútbol y goles
Los de Simeone dan la vuelta a un 1-3 en una media hora final espectacular culminada con goles de Lino y dos de Griezmann
De un partido loco, con dos equipos en su verdad, el Atlético salió ganador tras remontar el 1-3 que lucía en el Metropolitano a falta de media hora de juego. En ese punto se desató una tormenta de juego y remates sobre el área de un Sevilla que se vio atropellado por un equipo que tuvo épica, fútbol y goles para sellar una remontada homérica. Un vuelco que describe a un equipo convencido en su pelea por la Liga.
Salió el Atlético a buscar al Sevilla con la confianza de un equipo al que se le empieza a memorizar un once y, sobre todo, un centro del campo estable. El cuarteto Giuliano, De Paul, Barrios, Gallagher ha aumentado el paso y el ritmo de los rojiblancos. Entró al partido el conjunto de Simeone poderoso, dispuesto a llevarse a su rival por delante en un electrizante arranque. Álvaro Fernández tuvo que emplearse a fondo a disparo de Griezmann. Al poco, el meta escuchó retumbar el travesaño después de que Griezmann enganchara un tremendo zurdazo en la frontal del área tras una incursión de Julián Alvarez. Al tercer mandoble, De Paul quiso confirmar que está de dulce. Recogió al borde de la media luna una recuperación y dibujó un derechazo a la escuadra más alejada de Álvaro Fernández.
El Atlético sacó rédito de su visceral salida. Un trueno de equipo en esos primeros diez minutos que apuntaba a otra bacanal goleadora como las de Praga o la de Valladolid. Sucedió que el Sevilla logró que escampara al minuto. Lukebakio recibió con comodidad en el pico del área un saque de esquina botado en corto, dribló a Julián Alvarez y descerrajó un derechazo ajustado. De ese tanto salió muy reforzado el Sevilla. De repente, Sow empezó a marcar un ritmo de toque cadencioso que desajustó al Atlético. Por más que los rojiblancos trataban de robar arriba tras cada pérdida no llegaban a interceptar los pases. Y cuando lo lograban, perdían la pelota al momento. Muy metidas todas las líneas en campo contrario, el Atlético se exponía a que una pérdida le desnudara. Y así sucedió, una mala entrega de De Paul la convirtió el equipo de García Pimienta en una contra de libro. Apenas tres toques, el segundo, de Kike Salas para lanzar a Isaac Romero a la espalda de Giménez. El canterano sevillista retrató en velocidad al charrúa. Su zurdazo cruzado superó a Oblak, que dejó la sensación de que pudo hacer un poco más.
Con dos aguijonazos, el Sevilla le puso la guinda al buen juego desplegado y a la autoridad con la que se levantó del tempranero golpe que encajó con el gol de De Paul. Quizá estaba jugando el Sevilla el partido en el que más exhibió la propuesta de toque de García Pimienta, con Lukebakio inspirado y Juanlu y Agoume como argamasa. Tuvo que aguantar el Sevilla que el Atlético también se levantara en el último tramo del primer acto. Pudo empatar el equipo de Simeone después de que Julián Alvarez le filtrara un pase a Gallagher. El inglés pisó área, dribló a Álvaro Fernández y cuando se disponía a marcar a puerta vacía recibió un toque del meta sevillista que le trastabilló. El colegiado o no lo vio o no consideró el contacto suficiente como para señalar penalti para disgusto de Simeone, sus jugadores y la hinchada. Julián Alvarez logró embocar un buen pase al hueco de De Paul, pero el tanto fue anulado por fuera de juego previo de Giuliano.
El hijo del Cholo tuvo el empate en una incursión impetuosa, de fuerza, pero erró en el mano a mano con Álvaro Fernández, camino de coronarse como el mejor de su equipo. De la posible igualada nació una jugada esplendorosa del Sevilla. Llevando la pelota de lado a lado en un cadena de toques a cada cual más afilado. Hasta que Kike Salas dio el último pase. Un centro al segundo palo que lo empujó Juanlu. Tres goles del Sevilla, los mismos que había encajado en lo que va de curso el Atlético en el Metropolitano. No le quedaba más remedio a los rojiblancos que tirar de épica y de banquillo para obrar la machada. Griezmann recortó distancias tras un pase que rompió dos líneas de Barrios. Lino, con un derechazo desde veinte metros, empató a falta de diez minutos. Griezmann no perdonó en el balón suelto con el que selló una remontada de un digno aspirante al título.
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