Las empresas públicas y la banca están sosteniendo financieramente a la patronal CEOE
Las empresas públicas, las grandes multinacionales instaladas en España y la banca están financiando, a través de las organizaciones sectoriales y territoriales, la mayor parte del presupuesto de la CEOE. Los sectores del metal, construcción, químicas, alimentación, eléctricas y fabricantes de automóviles, que están en buena parte en manos de la banca o del sector público, contribuyen también de forma decisiva a la financiación de la CEOE.
La asamblea general de la CEOE, que se reunirá el próximo miércoles para analizar el ejercicio de 1981, refleja en su composición -en alguna medida- los orígenes de las fuentes de financiación de la gran patronal. Los representantes acuden a la asamblea en función de sus cotizaciones a la CEOE, y estas cotizaciones de cada una de las organizaciones asociadas -sean territoriales o sectoriales- se fijan de acuerdo con el número de empresas, número de trabajadores, valor añadido y facturación anual de cada una de ellas. La contribución de las empresas individuales a sus respectivas organizaciones varía mucho en función de los sectores, aunque en términos generales se emplean criterios semejantes a los expuestos.A la asamblea del miércoles acudirán 580 delegados en representación de 145 organizaciones empresariales que integran a unas 800.000 empresas y a unos diez millones de trabajadores. De los 580 delegados, 314 corresponden a organizaciones sectoriales; 183, a organizaciones territoriales, y 83, a la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (CEPYME).
Estos últimos representantes acuden en función del acuerdo de integración de CEPYME en la CEOE, y sus aportaciones en cuotas a la gran patronal prácticamente les son devueltas por la CEOE mediante acciones de ayuda a la pequeña y mediana empresa.
Pies de barro
Los 368,5 millones presupuestados como ingresos para 1982 por la CEOE corresponden fundamentalmente a las mencionadas cuotas de organizaciones sectoriales y territoriales (cada representante en la asamblea general significa una aportación anual de su organización a la CEOE de 388.500 pesetas) y a aportaciones de los denominados socios protectores (empresas individuales u organizaciones).
Fijándose exclusivamente en la composición de la asamblea, queda claro que el grueso de la financiación de la CEOE procede de las organizaciones sectoriales, que cuentan con 314 de los 580 representantes. De estos 314 representantes sectoriales, 46 proceden de las empresas del metal; 39, de la construcción; 18, del sector químico; 15, de alimentación y bebidas; 10, de los refineros de petroleos; 8, de los fabricantes de automóviles, y 10, de las eléctricas, por sólo citar algunos de los más importantes. La presencia mayoritaria de las empresas del INI, del Instituto Nacional de Hidrocarburos y de la banca en los distintos sectores mencionados ponen de manifiesto que la mayor parte de estas aportaciones a la CEOE proceden de la empresa pública y del sector bancario, dos sectores que muy a menudo reciben críticas públicas por parte de algunos dirigentes del empresariado.
Por otro lado, buena parte de los 183 representantes de organizaciones territoriales en la asamblea general de la CEOE son a un tiempo empresarios pertenecientes a los sectores mencionados, dado que la gran patronal propugna la doble afiliación a sus organizaciones horizontales y territoriales. De ahí que sean las grandes empresas -y éstas suelen ser las públicas, las de carácter multinacional o las vinculadas a la banca- quienes, por una u otra vía, estén sosteniendo a la CEOE.
La banca, por sus distintas adscripciones a las organizaciones de la CEOE, está pagando de cuotas unas 450 pesetas por trabajador, lo que supone una aportación anual de ochenta o noventa millones de pesetas. Esta cantidad, sin embargo, no es toda la aportación de la banca a las organizaciones empresariales. Con gran frecuencia, la banca adelanta dinero o entrega cantidades adicionales a fondo perdido a la CEOE.
Profundas contradicciones
La naturaleza de las principales fuentes de financiación de la CEOE -dineros públicos y sector bancario- no ha evitado, sin embargo, la beligerancia de la gran patronal contra la política económica del Gobierno, las críticas al sector público, su decidida participación en la escena política (elecciones de Cataluña, Galicia o Andalucía) o la contestación pública al presidente de la Asociación Española de Banca Privada, Rafael Termes, por parte de José Antonio Segurado, uno de los vicepresidentes de la CEOE.
José María Cuevas, secretario general de la CEOE, consultado sobre el gran peso de la banca y la empresa pública en la financiación de la patronal, afirmó que en algunos momentos, como consecuencia de ello, se habían vivido situaciones de tensión, pero que en cualquier caso había prevalecido el criterio de independencia de la patronal.
Enrique Barón, portavoz del PSOE en la Comisión de Economía del Congreso, manifestó que si su partido gana las elecciones y forma Gobierno habrá que reconsiderar el papel de la empresa pública en las organizaciones empresariales. "Personalmente, no soy partidario de hacer efectivas nuestras posibilidades de controlar la patronal desde la empresa pública; no sería bueno. Como tampoco lo, es la situación actual, en la que de alguna manera se está financiando con dineros públicos a unas organizaciones privadas que toman partido a favor o en contra de opciones políticas. Creo que debemos segregar las empresas públicas de la CEOE y constituir una patronal específica de la empresa pública".
José María Cuevas, ante una eventualidad como la apuntada por Enrique Barón, prefiere no pronunciarse. "Ahora no existe ese problema. Cuando se plantee, si llega a plantearse, ya veremos lo que hacemos".
La banca, que en la mayor parte de los países occidentales tiene su propia patronal diferenciada, dado que hay claros conflictos de intereses entre las empresas y las entidades de crédito, tampoco quiere pronunciarse. De hecho, en la situación actual, las opiniones de la banca, en contraste con las del sector público, pesan mucho en la CEOE a la hora de tomar algunas decisiones. El grifo de la banca sigue siendo imprescindible para la gran patronal.
Por regiones, Cataluña (Fomento Nacional del Trabajo), Madrid (CEIM), Valencia y Vizcaya copan casi las tres cuartas partes de la representación -y, por tanto, de la financiación- en la CEOE.
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