Los comunistas italianos inician consultas para elegir al sucesor de Berlinguer
Los comunistas italianos inician esta semana las consultas entre sus diferentes organizaciones para elegir a su nuevo secretario general, al sucesor de Enrico Berlinguer. Mientras tanto, los socialistas analizan el frenazo sufrido en las elecciones europeas del domingo, que ha sido considerado por los observadores como un serio fracaso.
Tras la conmoción política suscitada por los comicios del domingo, que convirtieron al Partido Comunista Italiano (PCI) en la primera fuerza política de Italia, arrebatando la primacía ostentada por la Democracia Cristiana durante 40 años, los partidos intentan ahora analizar los resultados y prever las consecuencias inmediatas. Ya el presidente del Gobierno, Bettino Craxi -como secretario general del Partido Socialista Italiano (PSI), que no ha conseguido aumentar sus votos cuando todo hacía prever un gran avance socialista-, ha explicado que su partido estudiará a fondo en los próximos días las causas del estancamiento.Por su parte, los comunistas quieren acelerar su marcha ahora que se han encontrado de repente como primera fuerza política del país, precisamente cuando todos consideraban al PCI condenado a un declive irremediable. Han anunciado que la elección del sucesor de Enrico Berlinguer como secretario general se celebrará el próximo martes.
Pero ya esta semana se inician las consultas en todo el país entre los miembros de sus principales organizaciones, desde las regionales a las sindicales. Será solicitada la opinión, libremente expresada, de cuantos en el partido tienen alguna responsabilidad.
Una cosa es segura para los observadores: el nuevo secretario general comunista saldrá de las filas de los berlinguerianos, ya que el resultado de las elecciones parece haber dado la razón a la línea política última de Berlinguer, es decir, la de la alternativa de izquierdas, con una oposición dura al actual Gobierno pentapartido presidido por el socialista Craxi. De hecho, ya Alessandro Natta, uno de los principales papables, ha declarado que "debe cambiar el Gobierno". Y ésta será la primera batalla.
El director del diario Repubblica, Eugenio Scalfari, comentaba ayer en un artículo que el triunfo comunista no se puede explicar sólo emotivamente. Esto hubiese bastado para que el PCI no perdiera, lo cual hubiese sido ya mucho. El hecho de que haya aumentado, dice Scalfari, ha de tener otras explicaciones. Y una, subraya, es la política que estaba haciendo Berlinguer antes de morir, de "dura oposición a las medidas económicas del Gobierno". No se puede olvidar que el 24 de mayo los sindicalistas comunistas de la Confederación General Italiana de Trabajadores (CGIL), con el apoyo de Berlinguer, congregaron en Roma a casi un millón de personas para protestar contra el Gobierno.
Por el contrario, en la coalición gubernamental -integrada por democristianos, socialistas, socialdemócratas, republicanos y liberales- se piensa sólo en la ratificación del Gobierno o, quizá, en un mero reajuste ministerial. De elecciones anticipadas, ni pensarlo, ya que únicamente beneficiarían al PCI.
Pero, ¿qué pasará el domingo en las interesantes elecciones regionales de Cerdeña, la patria de Berlinguer? ¿Se confirmará el PCI, como en las europeas, como el primer partido de la isla? ¿O el partido nacionalista, de ideología izquierdista, obtendrá otra vez el 1,2% de los votos, contra el 8% recogido por el Partido Socialista? ¿Y qué ocurrirá cuando, el 15 de julio, la comisión parlamentaria que investiga el escándalo de la P-2 apruebe su informe final, en el que se da por descontado que toda una serie de políticos acabarán siendo definitivamente situados dentro de la logia clandestina de Licio Gelli?
Será entonces cuando el partido comunista posberlingueriano librará su primera gran batalla, según afirman los observadores, para que se abra una página política nueva en este país.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.