Libia se retira de Los Angeles porque EE UU niega la entrada a tres periodistas enviados por Trípoli

El Gobierno libio ordenó ayer el regreso a Trípoli de los seis deportistas que componen su delegación en Los Ángeles, según informó la BBC, citando a la agencia de noticias libia Jana. Libia se retira de los Juegos, después de que las autoridades aduaneras de EE UU negaran el pasado jueves la entrada en el país a tres libios, Milud Shlagu, Abdu Salam Ben Hayal y Khalifa Abdul Sadiq, por haber intentado días atrás entrar por la fuerza en un avión norteamericano estacionado en París. En aquella ocasión, los libios intentaban viajar al país estadounidense como periodistas, pero las delegaciones norteamericanas, en Europa, les habían negado el visado. Fuentes de los servicios de seguridad de los Juegos insinuaron que los libios planeaban algún acto terrorista.

El presidente del Comité Olímpico de Libia, Bashir Attar-Bulsi, afirmó, según informa Reuter, que con la exclusión de los tres libios, la delegación del país africano quedaba "en mala situación y la única forma de expresar nuestra protesta era volviéndonos a Trípoli". "Hemos intentado, en todo momento, no introducir la política en el deporte, pero los Estados Unidos han hecho todo lo contrario". Bashir Attar-Bulsi insinuó, nada más conocer la decisión de las autoridades norteamericanas, que solicitaría la intervención en el problema del presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Juan Antonio Samaranch, hecho que no se produjo.La directora del COI, Monique Berlioux, había manifestado que este organismo no intervendría. "Es un asunto interno de Estados Unidos", comentó Berlioux. "De todos modos", añadió, "no hemos recibido ninguna petición de mediación por parte de Libia". En cuanto a una posible gestión personal de Samaranch, Berlioux dijo que no se produciría "ya que no es obligación del organismo proporcionar los visados de entrada a los periodistas, y sí a los atletas".

Attar-Bulsi afirmó que si los tres deportistas hubieran querido detener la celebración de los Juegos con actos terroristas, nadie les hubiera detenido en la frontera. ,"Es absurdo que un gran país como los Estados Unidos pueda sentir miedo de tres personas".

La opinión del LAOOC

El presidente del Comité Organizador de los Juegos (LAOOC), Peter Ueberroth, afirmó que la orden de no dejar entrar a los libios ha sido dictada por el Gobierno norteamericano. "Me gustaría averiguar", continuó, "si los libios eran efectivamente periodistas". Ueberroth deseaba que los seis deportistas del equipo libio continuaran en Los Ángeles. Miembros del personal de seguridad dijeron que la exclusión de los libios "es materia de seguridad interna" y que no estaban dispuestos a discutir los detalles.

Los servicios de seguridad de los Juegos son realmente exhaustivos. Cerca de 20.000 agentes federales, policías y soldados recorren las tres residencias olímpicas, y disponen del más moderno material para evitar alteraciones del orden o acciones terroristas. Un periodista japonés escribió recientemente que "las residencias parecen bases militares. No se puede ir por la calle sin escuchar durante todo el tiempo el sonido de los más de 100 helicópteros que sobrevuelan la ciudad".

Curiosamente, cinco de los seis deportistas libios son miembros del equipo de hípica, que no hubieran podido participar en la competición de los Juegos ya que la primera decisión del Gobierno de Trípoli fue suspender la salida del avión que transportaba los caballos a Los Ángeles.

Larga espera

Asimismo, un portavoz de los guardacostas norteamericanos comunicó ayer que los puertos de Los Ángeles y Voisine, en Long Beach, habían prohibido la entrada a dos buques de carga. Cabe la posibilidad de que los dos barcos soviéticos, el Novoloksk y el Pula, deban esperar hasta pasada la jornada inaugural para poder acceder a los muelles solicitados, aunque el portavoz norteamericano se negó a expresar cuales eran los motivos de seguridad invocados por las autoridades norteamericanas. Los capitanes de los dos navíos solicitaron, el pasado miércoles, permiso para entrar en los puertos.