Don Juan Carlos destaca el sometimiento del Estado a la justicia constitucional

Don Juan Carlos inauguró ayer la VI Conferencia de Tribunales Constitucionales Europeos, que se celebra esta semana en Madrid. Tras unas palabras del presidente del alto tribunal, Manuel García Pelayo, el Rey pronunció un discurso en el que resaltó la existencia de "una justicia constitucional a la que el mismo Estado debe someterse, de tal manera que las normas constitucionales adquieran la posibilidad de ser el asiento firme de la vida estatal en medio del dinamismo de las cosas y de las mutaciones de quienes ocupen sus órganos políticos". Al acto no asistió oficialmente ningún miembro del Gobierno ni del Parlamento, al parecer, según fuentes oficiosas, por problemas de protocolo.

Según tales fuentes, los problemas surgidos para la ubicación de los representantes gubernamentales y parlamentarios en lugares adecuados a su autoridad, en un acto en el que, además de los Reyes y el presidente del Tribunal Constitucional, debía atribuirse un sitio destacado a los presidentes de los restantes tribunales constitucionales organizadores de la conferencia -Alemania Occidental, Austria, Italia, Suiza y Yugoslavia-, aconsejaron finalmente la no asistencia oficial de los miembros del Gobierno y de las Cortes Generales.

"No somos órganos de acción"

Estuvieron presentes en el acto, celebrado en la sede del Tribunal Constitucional, el titular de la institución del Defensor del Pueblo, Joaquín Ruiz-Giménez; el director en funciones del Centro de Estudios Constitucionales, Manuel Aragón, y varios ex ministros centristas que, en su día, tuvieron responsabilidades en la configuración del alto tribunal, entre ellos, José Pedro Pérez-Llorca y Juan Antonio Ortega y Díaz-Ambrona.La mayoría de los asistentes estuvo compuesta por los magistrados de los seis tribunales organizadores -con excepción del magistrado español Ángel Escudero del Corral, convaleciente de una reciente operación- y de los tribunales invitados, pertenecientes a Bélgica, Chipre, Dinamarca, Finlandia, Francia, Irlanda, Islandia, Liechtenstein, Luxemburgo, Países Bajos, Portugal y Turquía. García Pelayo tuvo palabras de saludo para los Reyes y para todos ellos, así como para la representación de la Santa Sede, de la Comisión Europea de Derechos Humanos y del Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas.

El presidente del alto tribunal español explicó que la creación de tribunales constitucionales "no significa tanto una alteración en la distribución de los poderes estatales en el sentido de que un nuevo órgano asuma atribuciones que correspondían a otros, cuanto la garantía de que cada uno de los órganos del Estado pueda desarrollar con seguridad las competencias que les son propias". Insistió en que tales tribunales no entrañan la conversión del sistema en un Estado judicial, "pues no somos", dijo, "órganos de acción, sino órganos de regulación de las relaciones entre los poderes".

García Pelayo destacó la importancia del intercambio de ideas y experiencias entre las jurisdicciones constitucionales europeas, cuya doctrina puede producir unos métodos y modalidades de interpretación de validez generalizada, habida cuenta de que, en definitiva, las funciones de todos estos órganos "se sintetizan", dijo, "en la tarea de afirmar la primacía de la Constitución sobre el orden jurídico y político".

En cuanto al tema de la VI Conferencia -Las relaciones entre el poder central y los poderes territoriales en la jurisprudencia constitucional-, García Pelayo resaltó su importancia para los países a que pertenecen los seis tribunales organizadores, dada la estructura territorial de los mismos, que plantea "problemas análogos en cuanto a la estructura del Estado y del derecho". Añadió que, por encima de eso, se trata también de "uno de los temas capitales de nuestro tiempo", cuya resolución puede lograr en último término que la autonomía- territorial o cultural "sea al mismo tiempo una vía fundamental para lograr un orden político más integrado".

Norma de normas

Cerró el acto don Juan Carlos, quien consideró un honor "encontrarme en presencia de tan eminentes juristas europeos", dijo, "que a su saber científico han unido la responsabilidad de afirmar la primacía de la Constitución como norma de normas que rige la vida del Estado, primacía sin la cual es imposible la existencia de un orden político y social cierto y sólido". Destacó que la justicia constitucional contribuye a cancelar "el antiguo antagonismo, muchas veces pensado como irresoluble, entre el Estado y el derecho".El Rey terminó su discurso expresando su satisfacción por la coincidencia de la VI Conferencia de Tribunales Constitucionales con la celebración del séptimo centenario de la muerte de Alfonso X el Sabio, "que tanto contribuyó al progreso de las distintas ramas del saber y que llevó a cabo una sistemática obra jurídica sin parangón en su tiempo, pues durante siglos fue derecho vigente en España y América". Tanto al principio como al final del acto, se interpretó el himno nacional