El Celta consiguió llevarse un positivo de Málaga

El Celta consiguió llevarse un punto de La Rosaleda, cuando en el primer tiempo estuvo al borde de la goleada. Los primeros 45 minutos fueron de claro dominio malaguista, con un juego preciosista, que surgió casi siempre de las botas de Lauridsen, que culminó en dos goles de bella factura.El Málaga, en esta primera mitad, pudo haber conseguido cuatro o cinco goles, pero no supo remachar a su adversario, que apenas si salió de su área. La escasa fortuna no se alió en estos 45 primeros minutos con el equipo local, cuyos delanteros erraron en el remate. El conjunto vigués también dispuso en este primer tiempo de una clara oportunidad de acortar distancias en el marcador, cuando en el minuto 45 Zambrano estrelló un balón en el poste.

Nadie notó las ausencias de los lesionados Juanito y Paquito, jugadores fundamentales en el equipo local. Pero con lo que tampoco nadie contó es con que el Málaga, tras el descanso, iba a sufrir un hundimiento físico como el que tuvo.

El Celta, amparado en el voluntario retraso local, se fue al ataque, y merced a un fallo estrepitoso de Jaro, que dejó la pelota en las botas de Amarildo en el área chica, y a un penalti más que dudoso de Clemente a Julio Prieto, señalado por Benavente Garasa desde muchos metros de distancia, consiguió un empate que ni el más optimista jugador gallego podía imaginar.

Bajón físico

El equipo vigués apenas se esforzó para conseguir el empate. El positivo obtenido por el Celta se debió, más que a sus aciertos y a su juego, al bajón físico que el Málaga evidenció en la segunda parte, en la que fue superado por su rival. La edad de algunos jugadores veteranos del equipo malagueño ya no perdonan, aunque la Liga no ha hecho más que empezar. El equipo de Luis Costa ya pueden conseguir la venta a suficiente en el primer tiempo para acabar los partidos con victoria.