Pinochet castiga a quienes "votaron por Barrabás"
MANUEL DÉLANO, René García, el juez que apareció en la franja publicitaria del no durante la campaña de la oposición en el plebiscito, para denunciar la tortura de los aparatos de seguridad en Chile, fue castigado por la Corte Suprema con 15 días de suspensión del cargo y rebaja de su sueldo a la mitad durante un mes. Es uno de los casos de represalias contra quienes "votaron a Barrabás".
El presentador del espacio del no, Patricio Bañados, quien durante 30 días fue el animador más popular de la televisión, se ha quedado sin trabajo. Unos 8.000 obreros de los programas de subsidio estatal contra el paro han sido despedidos después del referéndum.Éstos son algunos de los casos de represalias después del triunfo opositor en las urnas. En ciertas esferas del régimen existe la sensación de que los votantes fueron desagradecidos o injustos al castigar con su no al gobernante. El propio general Augusto Pinochet sostuvo en una comparación bíblica: "Hemos salido derrotados, pero no vencidos. No olviden ustedes que en la historia del mundo hay un plebiscito en el cual juzgaban a Cristo y a Barrabás, y el pueblo votó por Barrabás". Es más, Pinochet calificó a los miembros de la oposición de "seres sin principios que en 1973 [año del golpe militar] se enfrentaban y ahora se besan y abrazan".
Aunque las represalias no han sido generalizadas, la sanción del tribunal superior contra el juez García causó impacto. El magistrado no habló para la franja electoral opositora, sino que ésta intentó transmitir declaraciones de García grabadas con anterioridad. Sin embargo, los televidentes no pudieron conocerlas, porque fueron censuradas por el Consejo Nacional de Televisión.
Para castigar a García, 14 miembros de la Corte Suprema -tres no votaron- afirmaron que el juez no se arrepintió de sus declaraciones y tomaron en cuenta que sostuvo en la revista Análisis que no podía retractarse "porque en Chile se tortura". Además, hizo declaraciones a Radio Exterior de España y a la opositora revista Apsi. García investiga 30 casos de querellas por torturas contra la Central Nacional de Informaciones (CNI), policía secreta del régimen.
En sus declaraciones previas, García afirmó que había llegado a la conclusión de que a los detenidos "se les ha sometido a tormentos terribles". "Además", añadió, "he logrado establecer en qué consisten las torturas aplicadas por la CNI a los detenidos". El juez detalló algunas: "Por ejemplo, introducir a la persona de cabeza y atada en una tinaja llena de excrementos. Es realmente angustioso. Está también el pau de arara -o pihuelo, como le llaman ahora- A la persona se la cuelga de un palo, amarrada de pies y manos y con la cabeza hacia abajo, soportando el peso de su cuerpo sobre las rodillas. Existe una docena más de especialidades de tortura".
La sanción ha sido vista entre los defensores de los derechos humanos como un reconocimiento al coraje de uno de los pocos jueces independientes durante la dictadura.
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