La directiva del Barcelona medita la destitución de Cruyff como una orden de la asamblea
La cúspide directiva de¡ Barcelona, inmediatamente después de la tumultuosa asamblea de compromisarios, mantuvo una reunión hasta las 4.10 de ayer en un despacho del hotel Princesa Sofía. La plana mayor azulgrana estimó satisfactoria la aprobación, aunque sólo fuese por tres votos, del aumento de las cuotas y el hecho de que no se cuestionase, a su juicio, la situación económica del club. Así inició "un período de reflexión" y de meditación seria y en voz alta sobre la posibilidad de destituir al técnico, el holandés Johan Cruyff, si los resultados no mejoran. "La asamblea se mostró arrolladora en una cuestión: la crítica a Cruyff", dijo ayer uno de los cuatro máximos dirigentes.
La postura triunfalista mostrada por el presidente, Josep Lluís Núñez, al término de la asamblea fue un gesto de cara a la galería y nada tiene que ver con el desconcierto creado en su directiva por el voto de censura de una importante parte de los compromisarios.La plana mayor nuñista mantuvo un largo coloquio en la madrugada de ayer sobre las afirmaciones siguientes: 1) la aprobación del aumento de las cuotas debe considerarse un triunfo, máxime cuando Agustí Montal perdió en su día una votación similar por un incremento de 100 pesetas; 2) las condiciones en las que se desarrolló la asamblea fueron muy adversas; 3) no se cuestionó seriamente la gestión económica; 4) fue un error convocar una nueva asamblea tras la sentencia judicial a favor de Sixte Cambra; 5) el planteamiento de la reunión, la estrategia y las intervenciones de los oradores de la junta no fueron acertadas; 6) debería haberse esperado la resolución del recurso; 7) los socios mostraron su descontento por la gestión deportiva de Cruyff, no de la junta; 8) esto demuestra que la destitución de Cruyff sería acertada de no producirse los resultados deseados; 9) debe iniciarse un período de reflexión para asumir las sugerencias, y 10) es muy mala para el club la existencia de una oposición, agazapada a la espera de su oportunidad.
'Ejercicios espirituales'
"Los socios sólo mostraron su descontento por los resultados del equipo de Cruyff", expuso ayer uno de los máximos dirigentes; "deberíamos plantearnos unos ejercicios espirituales. Tendríamos que recoger sus ideas, entender su lenguaje, asumir su mensaje". "Se diría que nos hemos equivocado al conceder excesivo poder al entrenador", dijo otro; "hay situaciones que nos lo confirman. Por ejemplo, ¿cómo se entiende que Cruyff sea el encargado de regatearle cinco millones de pesetas a Milla y al día siguiente le pida que salga a darlo todo en el campo? Hay un caso revelador a la inversa: Helenio Herrera nos sacaba 10 millones, los metía en una maleta, se los llevaba al vestuario y los enseñaba diciendo: 'Ahora, ganen y no me dejen en mal lugar".
Todos estuvieron de acuerdo con las palabras del vicepresidente Joan Gaspart, que afirmó que el desarrollo de la asamblea fue el fruto de los empates en casa con el Oviedo y el Mallorca y la derrota a domicilio con el Castellón. "Si se hubiera hecho el viernes, después de ganar en Madrid", comentó Gaspart, "habría sido una balsa de aceite". Otro vicepresidente manifestó: "La reacción fue la del socio que, tras los traspiés, rompe el carné y se enfada con su Barça durante 15 días. Luego, superado el disgusto, viene al club a buscar una copia de su abono".
La reunión se cerró con la idea de que el cese de Cruyff podría llegar si el equipo sufriera esta noche, en el estadio Bernabéu, una goleada o fuera eliminado el día 28 de la Copa del Rey por el Valencia. "Si perdiéramos ante el Madrid por varios goles o fuéramos humillados", confesó un alto dirigente, "nos presentaríamos ante un fin de semana movidito en el que la destitución del técnico sería motivo de reflexión".
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