17 reclusos peligrosos de Alcalá-Meco mantuvieron secuestradas a nueve personas durante casi 12 horas
Diecisiete reclusos del módulo 3 de la cárcel de máxima seguridad de Alcalá-Meco mantuvieron ayer secuestrados durante casi 12 horas a seis funcionarios de la prisión, y durante nueve, a dos médicos y a la auxiliar de clínica Rocío Caba. El motín comenzó sobre las once de la mañana y terminó hacia las 22.30, después de que los reclusos alcanzaran un acuerdo, cuyo contenido se desconocía a la hora de cerrar esta edición, con los funcionarios de Instituciones penitenciarias desplazados hasta la cárcel. Los presos exigían, entre otras cosas, mejoras en las condiciones de vida de los internos del módulo 3, destinado a los muy peligrosos.
Según la versión de los hechos facilitada por miembros de la CSIF (Confederación Sindical Independiente de Funcionarios), los internos se hicieron primero con el control del módulo 3 durante el cambio de turno, sobre las 11 de la mañana. Más tarde, dos de ellos salieron a la enfermería, donde secuestraron a dos médicos y un auxiliar. Los reclusos utilizaron dos pinchos de fabricación casera de unos 40 centímetros de largo, fabricados con muelles de un somier y unas tijeras. Según Instituciones Penitenciarias, los reclusos montaron barricadas con colchones y mesas. A los retenidos les vistieron de paisano para dificultar que fueran reconocidos por los efectivos de los GEO que se desplazaron a la prisión pero que no llegaron a intervenir.Tras retener a los nueve trabajadores de la prisión, hubo un intento de negociación con Instituciones Penitenciarias a través del inspector Eusebio Hernández, que no fructificó. Los presos pidieron la presencia de la juez de vigilancia penitenciaria, Manuela Carmena.
Uno de los cabecillas del motín fue Francisco Javier Ávila Navas, de 24 años, quien cuenta con dos intentos de fuga, uno en 1989, cuando participó en el secuestro de funcionarios de la cárcel de Ciudad Real.
En el módulo 3 -donde se hallan 47 reclusos- se encuentran cuatro etarras, que permanecieron en sus celdas durante el motín, según la CSIF.
Entre las reivindicaciones de los presos, además de la mejora de las condiciones penitenciarias, se encontraba la solicitud de traslado del recluso Juan Redondo desde el módulo 7 al 3. Redondo, considerado muy peligroso, ha participado en motines y secuestros en otras cárceles y en el que se produjo en mayo de 1989 en Alcalá Meco.
Por la tarde, Lorenzo Caba, hermano de la ATS retenida por los reclusos, y los abuelos de ésta, acudieron a la prisión para conocer el estado de Rocío Caba. Al salir de la cárcel, Lorenzo Caba manifestó que el subdirector de la prisión le había dicho que las reivindicaciones de los internos eran justas, informa .
Rocío Caba y la doctora María Teresa Escudero fueron liberadas sobre las ocho de la tarde, tras permanecer nueve horas secuestradas. Lorenzo Caba, hermano de la ATS, dijo que ésta y la médico habían sido liberadas porque los reclusos "habían recibido ciertas garantías".
A las reivindicaciones de los reclusos se sumaban la de que otros dos internos de Herrera de la Mancha (Ciudad Real), uno de ellos Joaquín Zamora Durán, también en régimen de aislamiento, pasen al régimen normal. Al parecer, Zamora participó en el motín de mayo de 1989. A las 19.15 horas llegó a la cárcel el subdirector de Instituciones Penitenciarias, Luis Ángel López Tajuelo. Dos horas después llegó la jueza Carmena, cuya presencia habían solicitado los amotinados. En las conversaciones participó un adjunto del Defensor del Pueblo.
En las negociaciones con los amotinados participó como mediador, según Víctor Calvo, delegado de la CSIF en la prisión, Andrés Cano Garrido, recluso del módulo 7. Manuela Carmena, añadió Calvo, no participó en las negociaciones.
Finalizado el motín y liberados los seis funcionarios, sobre las 22.30 horas, se cacheó a todos los internos del módulo 3. Sólo se conoce el nombre de uno de los retenidos: Alfonso Graso. Entre los cabecillas de la revuelta están Rivas Dávila, Larrea Cosío y Sánchez Montañés. Según una nota de Instituciones Penitenciarias, se estudiarán sanciones para los reclusos que se amotinaron.
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