Izquierdistas alemanes amenazan el debate sobre el asilo
La tranquila Bonn se preparaba ayer, con un impresionante despliegue policial, para el asalto de 3.000 anarquistas potencialmente violentos" que intentarán bloquear el barrio gubernamental e impedir que los diputados del Bundestag (Parlamento) lleguen hoy a su escaño para debatir y votar el controvertido cambio del derecho de asilo. El acuerdo alcanzado sobre este tema entre el Gobierno y la oposición socialdemócrata (SPD) se tambaleaba ayer ante la rebelión de buena parte del SPD, cuyo grupo parlamentario seguía debatiendo su postura.La ola de violencia racista combinada con las abrumadoras cifras de peticionarios de asilo que intentan aprovecharse de las liberales leyes alemanas sobre: la condición de refugiado político (438.190 lo solicitaron en 1992), consiguió, a finales del año pasado, que el SPD cediera finalmente ante las presiones del Gobierno para cambiar el artículo 16 de la Constitución y endurecer la legislación. La acefalia y la falta de proyecto en la que están sumidos ahora los socialdemócratas ha abierto la puerta a la rebelión de, al menos, un centenar de diputados, encabezados por el anterior presidente del partido Hans Joachim Vogel, que amenazan con votar en contra e impedir que el proyecto obtenga los dos tercios necesarios en el Bundestag.
Los parlamentarios del SPD seguían reunidos ayer por la tarde buscando un consenso que tal vez no logren. La presión que les llega de sus propias bases es inmensa. Otra cosa, sin embargo, son los grupos que han organizado las protestas de la jornada de hoy. Entre los que han anunciado, de una manera u otra, su presencia en Bonn y su intención de participar, se encuentran organizaciones tan curiosas como la Agencia para la Intromisión Necesaria, que se ha planteado "actividades cabaretísticas dentro del recinto gubernamental"; la Acción Desobediencia Civil, que protagonizará una sentada, y los Cristianos a Favor del Asilo, que asistirán a una misa.
Los primeros presentaron ayer ante la prensa un supuesto aparato de rayos infrarrojos destinado a "rechazar a políticos con oficinas en terceros países", refiriéndose al controvertido punto de la nueva regulación del asilo que rechaza a todos aquellos que provienen de "países seguros", a los que se les devuelve. La agitada jornada empezará casi de madrugada. El llamado Pleno Urbano, otra de las organizaciones que han anunciado su presencia en Bonn, empezará su manifestación a las seis "tranquilizando al tráfico", para que los parlamentarios que se dirijan al Bundestag "tomen conciencia de la especial importancia de la votación".
La policía desplegará hoy a más de 2.700 de sus efectivos para intentar controlar a los esperados 10.000 manifestantes, entre ellos 3.000 muy temidos.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.