Smoking, no smoking' y 'Azul' acaparan los premios César
La industria del cine francés eligió 'El piano' como mejor película extranjera
Ayer se concedieron en París los premios César que entrega la industria del cine francés para reconocer a los filmes que más se han distinguido durante el año. La gran ganadora -mejor película, director, actor, guión y decorado- ha sido Smoking, no smoking, de Alain Resnais. La otra vencedora fue Azul, de Kieslowski, que, entre otros premios, logró para Juliette Binoche el de la mejor actriz. El piano, de Jane Campion, consiguió el César a la mejor película extranjera.
Durante la entrega de los César, tres factores daban una significación especial a la ceremonia: el haber conseguido que el cine. quedase incluido dentro de la llamada "excepción cultural" en el momento de Ias negociaciones del GATT; el que 1993 supusiese, por primera vez desde 1982, que la curva de asistencia a los cines invirtiese su sentido para señalar una recuperación del 8% respecto a 1992; y por último, el hecho de que fuese Canal + la cadena encargada de retransmitir el acto añadió un morbo suplementario por ser "la cadena del cine, del futuro del cine" y acabar de vivir una suerte de OPA hostil, patrocinada por el gobierno Balladur.Así lo entendieron Daniel Toscan du Plantier y Gérard Depardieu, maestros de ceremonias, que no dejaron de bromear con el GATT, los dinosaurios y los 14 millones de espectadores cosechados por Les Visiteurs, película candidata a muchos de los premios pero que, finalmente, tuvo que conformarse con el César a la mejor actriz secundaria, que fue para Valerie Lemercier.
Dos en una
La gran ganadora -mejor película, mejor director, actor, guión y decorado- ha sido Smoking, No smoking, de Alain Resnais. Al margen de que la votación pueda sorprender por el carácter abiertamente teatral de la propuesta de Resnais, sorprende también porque se trata de dos películas y no de una, de dos cintas que pueden y funcionan independientemente. El jurado, sin embargo, optó por convertirla en un sólo film.La otra vencedora de la noche fue Azul, de Krzystof Kieslowsk¡, que amén de varios galardones correspondientes a apartados técnicos -sonido y montaje- logró el de la mejor actriz, que recayó en la espléndida Juliette Binoche, quien recordó, en medio de los fastos de la ceremonia, que "el cine es algo muy frágil, apenas una lupa que no permite ver mejor la vida".
Otros dos premios merecen ser mencionados: el de la mejor primera obra, que lo cosechó El olor de la papaya verde, del vietnamita Tran Anh Hung, por su evocación de 30 años de historia de su país a partir de las relaciones que establece una niña, luego mujer, con la cocina, los olores y las personas que conviven con ella. Y el otro, previsible, lo ganó Jane Campion con El piano, escogida mejor película extranjera aunque, en realidad, se trata de una producción francesa.
En el exterior del Teatro de los Campos Elíseos, mientras transcurría la ceremonia, los trabajadores de los estudios cinematográficos de Billancourt se manifestaban. Estos rentables estudios, serán demolidos porque existe un proyecto inmobiliario especialmente apetitoso para la banca que posee el solar. El hecho no dejó de serle recordado al ministro de Cultura, Jacques Toubon, como tampoco faltaron los premiados que se dirigieron directamente al ministro de la Comunicación, Alain Carignon, para advertirle sobre la especial vigilancia que la profesión pensaba dedicar a la evolución de Canal +, auténtica tabla de salvación para la industria del cine francés e, incluso, para la europea y parte de las inversiones americanas. Fue la nota social y económica de una ceremonia que se desarrolló bajo la ley del cronómetro y de la programación televisiva.
Babelia
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