Una bomba etarra en la vía de Pamplona a Zaragoza afecta a medio centenar de trenes
El tráfico ferroviario entre Pamplona y Zaragoza quedó interrumpido casi 17 horas entre la noche del martes y la mañana, de ayer después de que un comunicante. anónimo anunciase en nombre de ETA la colocación de dos bombas, una de las cuales estalló de mañana. El corte de la línea afectó a medio centenar de trenes, principalmente con origen y destino en Galicia, Asturias y País Vasco. Los pasajeros fueron trasladados en autobuses.
El artefacto, de fabricación artesanal y con cuatro kilos de explosivo, estalló a las cinco de la madrugada de ayer entre las localidades navarras de Cortes y Buñuel. La bomba había sido colocada en el punto kilométrico 60,725 de la línea Castejón (Navarra)-Zaragoza, a unos 10 metros de un paso a nivel sin barreras.La explosión, que no causó daños personales, abrió un socavón de casi un metro de profundidad y dos de diámetro, levantó las traviesas de la vía a lo largo de más de 40 metros y curvó los raíles sin llegar a romperlos. Renfe había interrumpido inmediatamente el servicio una vez que se recibió en el diario Egin, a las nueve de la noche del martes, una llamada avisando en nombre de ETA de la colocación de dos bombas. Otra llamada similar se realizó a la sede bilbaína de la asociación DYA de ayuda en carretera.
Durante horas la Guardia Civil inspeccionó las vías y comprobó que no había más artefactos. El tráfico se reabrió a las 13.45 de ayer.
Catorce autobuses fletados por Renfe partieron de Castejón para trasladar hasta Barcelona, Madrid y Zaragoza a los viajeros afectados por la suspensión del servicio, mientras los trenes de largo recorrido fueron desplazados a otras vías.
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