La Cámara baja de EE UU aprueba un drástico recorte de impuestos de 189.000 millones de dólares
La joya de la corona del programa electoral republicano, una reducción de impuestos de 189.000 millones de dólares (23,8 billones de pesetas) en los próximos cinco años, fue aprobada el miércoles por la noche en la Cámara de Representantes por 246 votos a favor y 188 en contra. El paquete de medidas debe ahora pasar al Senado, donde se espera que la moderación imponga algunas modificaciones a los recortes. Si no hay algún compromiso que suavice la ley, el Presidente Bill Clinton la vetará, según ha asegurado el portavoz de la Casa Blanca.
La votación de la Cámara llenó de euforia a los republicanos, porque era el punto final de los diez mandamientos del Contra to con América, el compromiso electoral con el que ganaron las elecciones legislativas de noviembre. El portavoz de la Casa Blanca dijo ayer que los asesores de Clinton le han recomendado que vete la ley en caso de que no haya un acuerdo en el Senado para introducir modificaciones. "Obviamente, el presidente se inclina a aceptar esta recomendación", aclaró Mike McCurry.En el proyecto aprobado por la Cámara, el apartado con mayor repercusión -y gancho electoral entre las clases medias- es el que estipula que las familias con ingresos de hasta 200.000 dólares al año tengan una deducción de 500 dólares por hijo. Desciende también la presión fiscal para las personas mayores, especialmente para los que cobran pensiones más elevadas. Los impuestos sobre las ganancias del capital y beneficios de bolsa e inversiones se reducen a la mitad. Toda la escala empresarial, desde el negocio doméstico hasta las grandes corporaciones, obtiene una generosa gama de recortes impositivos.
De aprobarse en el Senado, sería la medida de recorte fiscal más fuerte desde que el presidente Reagan lanzó, en 1981, su ofensiva contra los impuestos, que entre otras cosas abrió un periodo de cinco años en el que el déficit creció a un ritmo de vértigo. El Tesoro dejará de ingresar 630.000 millones de dólares en diez años (79,3 billones de pesetas) si se incluyen las repercusiones del alivio fiscal para las empresas. Los cálculos de los republicanos sugieren que esta disminución en los ingresos fiscales será compensada con reducciones del gasto público, desde la educación y la salud hasta los programas de asistencia.
EE UU cerró 1994 con un déficit presupuestario de 203.200 millones de dólares, el 3% de su producto interior bruto (PIB). La intención de la Administración Clinton es estabilizarlo en 196.700 millones en 1996.
Los demócratas trataron, sin éxito, de frenar la propuesta y acusaron a los republicanos de favorecer a los ricos, de desmantelar la red de asistencia social y de complicar la política de reducción del déficit. Ya a principios del mes de marzo la enmienda constitucional con la que los republicanos querían obligar a controlar el déficit público por ley, que había sido aprobada por la Cámara de Respresentanes, fue frenada en el Senado.
"Los republicanos no entienden que no se puede renovar América, como ellos dicen, eliminando fondos de la enseñanza pública, anulando los programas de comida en las escuelas, impidiendo que haya préstamos universitarios", se quejó David Bonior, líder de la minoría demócrata. Otras críticas en, las que participaron los 11 republicanos moderados que votaron en contra indican que el alivio impositivo sólo será tangible en el caso de las rentas muy acomodadas. Según los cálculos del Departamento del Tesoro, las familias que ingresan 200.000 dólares se beneficiarán de reducciones de 11.266 dólares anuales, pero aquellas que ingresen menos de 30.000 tendrán un alivio fiscal de sólo 124 dólares. Los beneficios para las familias medias son inciertos, según estos cálculos.
Para Newt Gingrich, presidente de la Cámara y jefe de orquesta del Contrato con América, las cosas son más simples: "Miren esta ley y díganme si no es bueno que haya un poco más de dinero en el bolsillo de sus electores y un poco menos en el del Gobierno. ¿Es que no nos han elegido para hacer cosas así?".
Todo indica que el proyecto sufrirá serias modificaciones en el Senado, donde varios republicanos han expresado su desacuerdo con el proyecto de ley, por la dentellada que proporciona al Tesoro público y por la contradicción que supone con la obligación de equilibrar el presupuesto.
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