Pan y circo para el pueblo
Ésta parece ser la máxima a aplicar por parte de las autoridades madrileñas responsables de la conservación y protección de nuestro ya maltrecho patrimonio histórico. Contemplamos atónitos cómo comienza a convertirse en tradición que los equipos ganadores de las competiciones de fútbol festejen sus victorias encaramados en un monumento, unos en la fuente de Cibeles y otros en la de Neptuno.El espectáculo no por esperpéntico deja de ser menos triste, y lo que no deja de ser inquietante es que tiene lugar ante la pasividad y con la cooperación de nuestras autoridades locales, sin que nadie se sienta culpable, por entender, en una particular escala de valores, que el festejo de una copa de fútbol está por encima de la protección de un conjunto escultórico del siglo XVIII.
La Ley 13/1985, de 25 de junio, del Patrimonio Histórico Español, es taxativa, señalando en su preámbulo que la protección y enriquecimiento de los bienes que integran nuestro patrimonio histórico constituyen obligaciones fundamentales que vinculan a todos los poderes públicos, según el mandato que a los mismos dirige el artículo 46 de la Constitución.
A los efectos de la citada ley se entiende por expoliación (artículo cuarto) toda acción u omisión que ponga en peligro la pérdida o destrucción de todos o alguno de los valores que integran el patrimonio histórico español.
Alguien debería dar explicaciones. Alguien debería dimitir.- y 100 firmas más. Trabajadores del Instituto de Conservación y Restauración de Bienes Culturales. Ministerio de Educación y Cultura. .
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