Alex Corretja completa el récord
El barcelonés supera a Dewulf y se convierte en el tercer español en semifinales
La historia del tenis español vuelve a pasar por París: tres semifinalistas en el cuadro masculino, tras la victoria de ayer de Corretja ante Dewulf (7-5, 6-4 y 6-3) y una en el femenino. No es la primera vez ni será la última. En 1994 se estableció un récord que parecía irrepetible: tres ganadores (Bruguera, Arantxa y Jacobo Díaz) y un finalista (Berasategui). Es difícil que este año se iguale aquello, pero la Armada española ha conseguido llegar al jueves habiendo superado las expectativas de aquel año. Hasta ayer nunca el tenis español había situado a tres de sus hombres en las semifinales de un Grand Slam. Ayer, Àlex Corretja completó el récord al unir su nombre a los de Carles Moyà y Félix Mantilla, que se habían clasificado el martes. En París, 11 veces se ha igualado esta situación. La última vez lo logró Estados Unidos en 1980, con Jimmy Connors, Harold Solomon y Vitas Gerulaitis.La clasificación de Corretja no fue nada fácil. Àlex ganó al belga Filip Dewulf, 39º mundial, con quien había perdido el año pasado en octavos de final. Aquel día un viento huracanado acudió en ayuda del belga que supo lidiarlo con más calma. Ayer, el viento volvió a aparecer, aunque de una forma más moderada. Pero Àlex no se dejó perturbar esta vez por ninguna circunstancia externa al partido. "El factor clave de mi victoria ha sido al 100% mi cabeza", dijo. "La experiencia del año pasado me ha ayudado. No he hecho un gran partido, pero he jugado con calma".
Corretja ganó en tres mangas y en una hora y 50 minutos. Pero el encuentro se le pudo complicar, cuando Dewulf le arrebató su servicio en el tercer juego del primer set y llegó a dominar la manga por 5-3. En aquel momento la central de Roland Garros pudo comprobar que el belga sentía más que el español la presión. Con 5-4 y servicio, Dewulf dispuso de una bola de set, la única que tuvo en todo el partido. Y la perdió. Fue una concesión. Y éste no la desperdició. Ganó la manga y consolidó su juego.
Prueba de ello fue que desde el 4-5 abajo de la primera manga hasta el final del partido, Corretja perdió sólo 12 puntos con su saque. Eso supuso un promedio de un punto por cada juego de que dispuso del servicio. Ridículo. El español no saca a la velocidad de Moyà, pero ese golpe no es nada despreciable. Al contrario. Ayer le sacó un gran rendimiento: ganó 31 puntos directos, por 13 su rival.
De ahí sacó Àlex la confianza necesaria para arriesgar más en el resto. La estadística del partido indica que ganó el 28% de los puntos que disputó sobre el primer saque de Dewulf, y el 56% de los que jugó sobre el segundo saque del belga. Por eso logró romper el saque de Dewulf dos veces más, una en el segundo y otra en el tercer set, y esa ventaja fue suficiente para ganar el partido.
"No ha sido un gran partido, pero estoy en semifinales. Y no me conformo con lo que ya he hecho, espero ganar el torneo este año", dijo Àlex. Por el momento, ha ofrecido el mejor regalo a sus padres, Lluís y Luisa, que celebran mañana el 30º aniversario de su boda. En semifinales, Corretja se enfrentará al francés Pioline, ganador del marroquí Arazi em cinco duros sets. Tampoco lo tendrá muy fácil. Àlex ha ganado a Pioline dos veces y ha perdido sólo una contra él, en el pasado Open de Australia. Pero el público francés estará de su parte y contra el tenista español.
Ese encuentro se disputará mañana, el mismo día que Moyà y Mantilla dirimirán cuál de los dos se clasifica para la final. La estadística da ventaja a Moyà, que ha ganado cuatro veces y ha perdido tres con Mantilla. Pero el barcelonés ha superado al mallorquín en sus dos últimos encuentros.
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