Estrasburgo

ADOLF BELTRAN "Haga de periodista, no de ideólogo", le espeta Daniel Cohn-Bendit a alguien que, en lugar de preguntar, comienza a opinar. Los Verdes tienen lleno en la conferencia de prensa sobre su mediación ante los kurdos. Las sillas aún están calientes. Poco antes ha abandonado la sala Jean-Marie Le Pen, acompañado por sus guardaespaldas y su malhumor. Ante un escaso auditorio, ha tratado de rebatir el alto absentismo de los diputados del Front National. En los pasillos del laberíntico Palais de l"Europe, se comenta la visita de José María Aznar. El presidente español se reunió la víspera con el grupo del Partido Popular Europeo y dicen que "les soltó un sermón a los alemanes". Alonso Puerta, presidente de la Izquierda Unitaria Europea, explica a los suyos que el informe del Comité de Sabios sobre la supuesta corrupción podría dejar desairada a la Comisión, lo que abriría una crisis. En el plenario, se suceden las preguntas. Las interpelaciones a los comisarios Manuel Marín y Edith Cresson adquieren una llamativa acritud. Según los socialistas, el escándalo busca la cabeza de quien fue primera ministra de Francia. En la sala de plenos sólo se ocupan la mayoría de los 626 escaños en las votaciones. En medio de una de ellas, una diputada del PPE, entre el regocijo de sus correligionarios, aprovecha para comunicar al hemiciclo que en Alemania ha dimitido Oskar Lafontaine. Los valencianos Maruja Sornosa y Josep Pons cambian impresiones. Ella acaba de volver de Madrid, donde Nueva Izquierda ha aprobado la coalición con el PSOE para las elecciones europeas de junio. Los dos son firmes partidarios de ese acuerdo. Dice la prensa francesa que reina un ambiente de final de mandato en el Parlamento Europeo, pero allí sigue palpitando la más singular y compleja creación política del siglo, todavía buscando una forma entre los estados unidos que propugnó Jean Monnet y la metanación de Edgar Morin. Pese a los sobresaltos y las incertidumbres, la maraña de programas de acción, preguntas, proposiciones de directivas, recomendaciones al Consejo y propuestas de resolución va tejiendo Europa. En Estrasburgo, hay un Parlamento que también es nuestro.