Bergara y Sudupe serán investidos diputados generales sin cerrar un pacto de gobierno con EH

Los candidatos de la coalición PNV-EA a presidir las diputaciones de Guipúzcoa y de Vizcaya, Román Sudupe y Josu Bergara, respectivamente, serán investidos a principios de esta semana diputados generales sin haber cerrado un acuerdo programático y de gobierno con la coalición independentista Euskal Herritarrok. El portavoz de la dirección peneuvista, Joseba Egibar, reconoció que las reuniones mantenidas para formalizar los pactos no han dado sus frutos. La divergencia sigue siendo la misma, EH quiere entrar en los gobiernos forales pero no en el Ejecutivo vasco.

El esquema de pacto ofrecido por la coalición nacionalista a los representantes de EH, la marca electoral de Herri Batasuna (HB), no ha satisfecho las ansias de entrar en los equipos de gobierno de las dos diputaciones, toda vez que en Álava los socialistas han decidido apoyar al candidato popular a diputado general, Ramón Rabanera. El esquema de discrepancia genérica sigue manteniéndose tras dos semanas de "fecundas" reuniones en donde, según Egibar, se han conseguido "avances significativos". EH no acierta a entender cómo es posible que sus aliados del Acuerdo de Lizarra no se atrevan a dejarles tener responsabilidades de gobierno en las diputaciones después de haber recorrido juntos un camino en favor de la normalización de Euskadi, mientras los dirigentes del PNV y EA se mantienen en sus trece de ampliar ese consenso a la entrada de los independentista en el Ejecutivo que dirige el lehendakari, Juan José Ibarretxe. Pero junto a esa discrepancia genérica, las negociaciones han mostrado "significativos" desencuentros en el terreno programático, según reconocía ayer Egibar. De hecho, mañana el candidato Josu Bergara y el miércoles, Román Sudupe, serán investidos sin que la coalición nacionalista haya podido cerrar un acuerdo de gobierno. Esa incapacidad de llegar a un pacto de programa con la coalición que encabeza Arnaldo Otegi fue puesta ayer también de manifiesto por el presidente de Eusko Alkartasuna, Carlos Garaikoetxea. El líder de EA apuntó que su formación no tiene ningún "temor" -como puede pensar EH- a que la coalición entre en los gobiernos forales, aunque, a renglón seguido, tuvo que admitir que no se había conseguido una "coincidencia programática suficiente" para cerrar el pacto. De hecho, en dos de las cuestiones que están encima de la mesa de negociación desde un principio no se han producido apenas acercamientos: la política de infraestructuras y el concierto económico. Junto a estos asuntos hay temas más concretos que en los que tampoco se han acercado posturas como la incineradora de Zabalgarbi, fuertemente cuestionada por la coalición abertzale. Pese a todo y salvo sorpresas de última hora, los junteros de EH apoyaran a ambos candidatos en Vizcaya y Guipúzcoa. Y los tres partidos tienen la intención de seguir negociando un posible acuerdo -bien de gobierno, bien un pacto de legislatura- tras la elección de Bergara y Sudupe al frente de ambas institucione forales. El propio Garaikoetxea aseguró ayer en Zarautz, donde su partido analizó los procesos de negociación en marcha para constituir los gobiernos forales y municipales: "Queda mucho tiempo para hablar y existe compromiso de seguir dialogando quienes estamos envueltos en el acuerdo de legislatura en el Parlamento vasco". Álava, caso singular El caso de Álava es significamente diferente para los intereses nacionalistas. Una vez confirmado el sentido del voto de los socialistas en la sesión de investidura de Rabanera (PP) el próximo día 26, el PNV aspira a sumar para su candidato Félix Ormazabal los votos de los junteros de Euskal Herritarrok y de la coalición de izquierdas, IU. Mientras, las Junta Generales de Álava celebran hoy el primer pleno ordinario de la legislatura, tras la sesión constitutiva del pasado día 6. En él se debatirá sobre las posibles incompatibilidades de los nuevos apoderados.