El PNV polemiza abiertamente con HB y afirma que la violencia supone un "obstáculo infranqueable"

Las diferencias entre los partidos nacionalistas, que habían sido reducidas a la mínima expresión para potenciar el espíritu de colaboración derivado del Pacto de Lizarra, han alcanzado en los últimos días expresión pública. Del silencio expectante que PNV y EA mantuvieron tras la ruptura de la tregua, dando a entender que Lizarra estaba blindado a la erosión de la violencia, se ha pasado a la polémica abierta con HB. La coalición abertzale no ha cesado de denunciar, estos días, que PNV y EA han frenado sus compromisos en Lizarra, la asamblea de electos Udalbiltza y la plataforma en favor de los presos Batera, "mostrando un auténtico pavor al nacionalismo unionista español, al que no se atreven a plantar cara".

El PNV salió ayer al paso de esta reiterada denuncia y anunció que el miércoles de la próxima semana se reunirá la comisión permanente del Pacto de Lizarra. Los peneuvistas se proponen que este órgano -a diferencia del plenario, donde tienen representación también los sindicatos y organizaciones sociales nacionalistas, está integrado sólo por los partidos (PNV, EA y EH, tras la salida de IU)- apoye un documento similar al aprobado por la permanente de Udalbiltza, que declara que la "construcción nacional" es incompatible con la violencia.

Un avance de esta próxima ofensiva lo daba ayer el partido que dirige Xabier Arzalluz al anunciar, a través de un comunicado de su oficina de prensa, que la ruptura de la tregua de ETA y la violencia callejera han modificado sustancialmente el clima político, y anunciaba que "el PNV no va a cerrar los ojos ni caer en una huida hacia adelante. No estamos dispuestos a engañar a la sociedad vasca".

Los dirigentes peneuvistas añadían que su reflexión sobre la violencia la llevaban con lealtad a los foros comunes donde, en su opinión, es ineludible analizar las consecuencias que acarrea la decisión de ETA, que tiene además que asumir su responsabilidad en el hecho de que la violencia supone "un obstáculo infranqueable para habilitar procesos de diálogo y negociación".

HB respondió al comunicado con otro en el que advertían a PNV y EA de que "volverán del viaje glorioso a la corte de Madrid con las manos vacías y humillados", ya que "allí no hay soluciones para este pueblo".