El triunfal regreso de los mutantes

Tras el éxito de la primera parte, que superó hace tres años la cifra de los 300 millones de dólares en recaudación en todo el mundo, regresan triunfales los mutantes y héroes de X-Men. Las nuevas aventuras de los X-Men llegan a la gran pantalla con una victoria asegurada: la de ser uno de los mayores estrenos mundiales de la historia del cine, presente de manera simultánea en 93 países. España y Alemania son los únicos países que se han adelantado a la fecha oficial de estreno, prevista para hoy en el mundo entero. En España, la película se estrenó el pasado miércoles con 380 copias, una cifra abrumadora para un mercado que en nuestro país alcanza las 2.800 salas.

Dirigida por el mismo realizador que la primera parte, Bryan Singer (director también de Sospechosos habituales), en X-Men 2 repiten intérpretes como Halle Berry, Hugh Jackman, Patrick Stewart, Ian McKellen o Anna Paquin. También hay nuevas incorporaciones como Alan Cumming, que da vida en esta segunda parte al Rondador Nocturno. De nuevo, en X-Men 2, el grupo de mutantes se ponen a las órdenes del profesor Charles Xavier, el telépata más poderoso del mundo, para luchar contra el mal. Rodada en Canadá y con un presupuesto cercano a los 120 millones de dólares (la primera parte costó 75 millones de dólares, según fuentes de la Fox), X-Men 2 está abierto a una tercera entrega, para la que ya ha firmado Alan Cumming, según reconoció la semana pasada en Madrid durante una visita de promoción, acompañado por Anna Paquin.

Buscar héroes

Cumming, británico de 38 años, se estrena en esta serie como mutante capaz de teletransportarse de un sitio a otro, bajo un maquillaje al que se tuvo que someter durante cuatro horas diarias. El actor aseguró en Madrid que esta esperada secuela de los héroes del cómic se debe en gran parte a la necesidad que tiene Estados Unidos de crear superhéroes. "América tiene una tendencia cultural a buscar héroes, al contrario que en Europa que tendemos a distraernos con personajes más cercanos a la tierra", aseguró Cumming, que enlazó el estreno de este filme, lleno de acción, violencia y superpoderes, con los "momentos duros que atravesamos con la guerra de Irak". "Creo que en estos momentos esta película tiene un mensaje muy apropiado para el público en general y concretamente para el americano, y es el de que hay que saber comprender a las personas diferentes y a las diferentes culturas", dijo el intérprete británico, que intervino en un pequeño papel en Eyes wide shut, dirigida por Stanley Kubrick, algo que nunca olvidará: "Me devolvió la pasión y el amor por el cine, en un momento en el que estaba abandonado y desilusionado".

Tanto Cumming como Anna Paquin, la ganadora con sólo 11 años de un Oscar por El piano -ahora tiene 21-, defienden su participación en este filme donde priman los efectos especiales por encima de las interpretaciones artísticas, por la complejidad y el contenido de los personajes creados por Singer. "Es inusual que una película de acción se haya tomado tanto tiempo para conocer y transmitir las sensaciones de los distintos personajes", aseguró la actriz. "Entendí que era un desafío la complejidad de mi personaje en un filme con tantos efectos", dijo Cumming.

El deseo de esta secuela es superar el éxito de X-Men, que rondó los 300 millones de dólares. Es una cifra elevada, pero, como recuerda su productora, Lauren Shuler Donner, "siempre hay audiencia para una película de acción". Claro que como dice Avi Arad, presidente de los estudios Marvel, que poseen los derechos de estos superhéroes de papel, estamos hablando de un verano muy competitivo. El éxito de los superhéroes en la gran pantalla ha subido mucho el listón, hasta los 403,7 millones de dólares generados por Spiderman el pasado año en Estados Unidos entre su estreno el 3 de mayo y el final de la temporada. Pocos piensan que X-Men 2, incluso con su presupuesto de unos 120 millones de dólares y los 3.741 cines norteamericanos en los que se estrena, consiga superar esta cifra, pero lo que parece seguro es que superará los logros de la primera. "X-Men trataba temas de discriminación y abuso, ideas que han fructificado en esta segunda", resume el director Bryan Singer como gancho comercial. Más directa es la visión promocional del estudio, recordando que Hugh Jackman era un perfecto desconocido en X-Men y Halle Berry aún no tenía un Oscar. "Si hemos hecho bien las cosas, X-Men 2 conseguirá lo que se merece", resume Arad.