El PSOE justifica el presupuesto de Defensa porque "producir seguridad es de izquierdas"

El debate de los Presupuestos Generales del Estado prosiguió ayer en el Congreso. Se aprobaron las secciones correspondientes a Asuntos Exteriores, Justicia, Defensa, Interior, Fomento, Educación y Ciencia, Trabajo y Administraciones Públicas. El de Vivienda queda pendiente para hoy. El ministro que mayor hincapié hizo en el aumento de gasto fue Jesús Caldera, titular de Trabajo y Seguridad Social, para mostrar que las políticas sociales son una auténtica prioridad del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. PSOE, ERC e Izquierda Verde (IV) votaron juntos todos los capítulos.

El ministro de Defensa, José Bono, de viaje oficial en Rusia, no participó en el debate. El Partido Popular (PP) aprovechó su ausencia, calificada de "antidemocrática", para criticar con dureza la desatención del Gobierno socialista hacia este apartado de los Presupuestos. Fernando López Amor, portavoz del PP, se hizo eco de las quejas del generalato sobre una enmienda pactada por el PSOE con ERC e Izquierda Verde que reduce en 36 millones de euros el presupuesto de Defensa.

"Estos presupuestos son impresentables y además desmienten las promesas realizadas por el presidente del Gobierno a bordo de un portaaviones", señaló López Amor. "Señor Bono", añadió leyendo un texto preparado como si estuviera presente, "dentro de su Gabinete hay gente en contra de su presupuesto que le obliga a hacer este papelón".

A pesar de esas acusaciones de descuidar la Defensa por los pactos con ERC e Izquierda Verde, los portavoces de estos grupos mostraron sus reservas con las cuentas militares. Jesús Cuadrado, del PSOE, criticó al PP por destacar una enmienda de 36 millones "en un presupuesto de más de 8.000 millones", y se enfrentó a ERC e Izquierda Verde con un argumento repetido: "Producir seguridad, interior y exterior, es de izquierdas. No nos arrepentiremos nunca de ese criterio".

La única enmienda en el apartado de los Presupuestos dedicado a la Casa del Rey la presentó ERC, y en ella se pedía que don Juan Carlos cobrase el mismo sueldo que el presidente del Gobierno.

"El hecho de que el jefe del Estado cobre 7 millones de euros, unos 1.300 millones de pesetas, mientras que el presidente del Gobierno cobra 85.000 euros, unos 14 millones de pesetas, se debe a que el primero no cobra por ser jefe del Estado, sino por ser Rey; es decir, no cobra un salario, sino una asignación obligada por parte del pueblo como en la época medieval", aseguró Joan Puig.

La enmienda fue rechazada y los 8 diputados de ERC votaron contra esta capítulo, junto con las diputadas Uxue Barkos (Nafarroa Bai) y Begoña Lasagabaster (EA). Se abstuvieron los cinco diputados presentes del PNV, los cinco de IV, dos más del Grupo Mixto y Ana Belén Vázquez (PP)

El debate sobre la partida del Ministerio de Exteriores, del que estuvo ausente su responsable, Miguel Ángel Moratinos, de viaje oficial con los Reyes en Argentina, se centró en la enmienda más importante a los Presupuestos Generales del Estado, la que añade 80 millones de euros a la Agencia Española de Cooperación Internacional. Este retoque, pactado con ERC e Izquierda Verde, fue considerado insuficiente pero positivo por estos dos grupos.

El diputado del PP Francisco Ricomá trató también de demostrar que el PSOE ha incumplido su promesa de llegar al 0,3%.

El ministro de Justicia, Juan Fernando López Aguilar, defendió el presupuesto de su ministerio para destacar los avances en lo que considera una "prioridad" del Gobierno, como es su departamento. Según López Aguilar, el aumento del presupuesto en Justicia se sitúa por encima de la política de defensa, de seguridad ciudadana o exterior, con un crecimiento cercano al 8,6%. El ministro destacó además el crecimiento de la planta de jueces y fiscales. El portavoz del PP, Juan Santaella, señaló: "Con los recursos que estamos viendo, creemos que los presupuestos no darán más que para la creación de 20 o 25 órganos judiciales".

José Antonio Alonso acudió al Congreso para defender el crecimiento de su presupuesto, especialmente en lo que se refiere a la lucha antiterrorista y las prisiones. En la primera, "prioridad máxima del Gobierno", destacó dos cosas: por un lado, la creación y dotación con cinco millones de euros del Centro Nacional de Coordinación Antiterrorista y el impulso realizado en el presupuesto para incorporar 300 nuevos miembros del Cuerpo Nacional de Policía y la Guardia Civil a las labores de la lucha antiterrorista, y recordó que el Gobierno "ha aumentado y seguirá aumentando el cuerpo de traductores" de árabe para luchar contra el terrorismo islamista.

El presupuesto de la Dirección General de Instituciones Penitenciarias crece, según Alonso, un 8,8% para hacer frente a la saturación producida en las prisiones. La portavoz del Partido Popular, Alicia Sánchez Camacho, criticó sin embargo que el Gobierno de Rodríguez Zapatero simplemente va a realizar las cuatro cárceles que ya había previsto el anterior Ejecutivo.

La ministra de Fomento, Magdalena Ávarez, presentó su presupuesto como una ruptura con la política del PP e insistió en que ha tenido que sortear las dificultades de compromisos adquiridos por el anterior equipo para varios años que calificó de nocivos. Andrés Ayala (PP) le replicó que las cuentas para este año suponen sólo paralización de lo ya proyectado y que eso supondrá un freno para el desarrollo del crecimiento económico.

María Jesús San Segundo centró buena parte de la defensa de sus presupuestos en el incremento de la partida de ayuda para becas. Eugenio Nasarre (PP) ironizó concediéndole un sobresaliente, ya que, dijo los presupuestos son coherentes con la idea de paralizar lo puesto en marcha por el PP . También dos suspensos: según él, no se cumple ninguna promesa electoral del PP en este campo, y se cebó con la partida destinada a investigación, que ha crecido un 11% frente a la "promesa estrella" del PSOE de incrementarla cada año en un 25%.

Jesús Caldera, titular del departamento, recalcó que el presupuesto de su ministerio crece cuatro puntos porcentuales más que el conjunto de las cuentas del Estado y hay un 80% más de recursos que en los anteriores presupuestos del PP, con lo que queda clara la prioridad del Gobierno del PSOE en políticas sociales.