Playas sin arena

Mares crecientes, playas menguantes. Hace sólo 12 años, los vecinos de las urbanizaciones de Bonamar y Costamar de Cabrera de Mar (Maresme) -situadas en primera línea de costa- tenían una salida directa a la playa. Hoy esa salida lleva hasta un montón de piedras pintadas de azul en las que se puede leer "¡arena ya!", y después, el mar. Ya no hay playa.

"La construcción del puerto de Mataró originó esta situación, ya que actúa como barrera y no permite que la tierra circule hasta nuestras playas", dice Ricardo Doménech, portavoz de la plataforma que reclama la recuperación de la playa. Este año, los vecinos tendrán que desplazarse hacia otra para tomar el sol.

Las playas menguantes se repiten en otros municipios vecinos, como Vilassar de Mar y Premià de Mar, que cada año tienen problemas con la arena porque los temporales la arrastran y se la llevan en grandes cantidades. También es perjudicial para las playas la construcción de puertos deportivos, ya que la arena circula de norte a sur y, si el puerto no permite esta circulación, las playas del norte se saturan de arena y las del sur se quedan sin ella. Los expertos dicen que entonces hay dos opciones: hacer un trasvase de una parte del puerto a la otra o extraer la arena del fondo del mar con las graves consecuencias medioambientales que comporta.El año pasado, la Secretaría General de Costas, perteneciente al Ministerio de Medio Ambiente, se comprometió a hacer una inversión de seis millones de euros para extraer un millón de metros cúbicos de arena del fondo marino frente a la costa de Premià de Mar, que se repartiría entre las poblaciones de Cabrera, Vilassar y Premià, cuyas playas estarían listas antes del verano.

Los trámites se retrasaron y no se empezarán a estudiar los anteproyectos hasta el próximo 23 de junio. "Esto supone que las obras no se iniciarían hasta finales de julio y el estudio de impacto ambiental no permite que esta actividad se lleve a cabo en verano, así que se retrasarán hasta el otoño", explica Carles Rocabert, alcalde de Cabrera de Mar, de Esquerra Republicana.

Doménech asegura: "El secretario general de Costas, José Fernández, se comprometió a dejar las playas a nivel cero, lo que supone conseguir que estén como en sus inicios". Después se encargarán de ir haciendo el mantenimiento junto con la Generalitat y los puertos.

Temporales en el litoral

Uno de los mayores problemas de la zona son los temporales que azotan el litoral catalán en otoño, lo cual podría suponer que esta inversión desapareciese al poco de llevarla a cabo. Pere Almera, alcalde de Vilassar (PSC) y presidente del Consejo Comarcal del Maresme, asegura: "Los expertos nos han dicho que en octubre tendremos una playa magnífica, que el proceso de erosión es inevitable y que alguna parte de la tierra desaparecerá, pero que después volverá".

De las tres poblaciones afectadas, la única que disfrutará plenamente de las playas este verano será Premià de Mar, que ha conseguido que la empresa concesionaria del puerto, Club Nàutic, haga el trasvase de 30.000 metros cúbicos de arena de Levante a Poniente del puerto.