Hollywood busca con una nueva entrega de Superman remontar el vuelo económico

Tras un 2005 decepcionante en el que los ingresos de taquilla volvieron a caer por tercer año consecutivo, la industria del cine de Hollywood está decidida a entrar en 2006 con una cartelera que coseche premios y éxitos de taquilla. Para ello nada mejor que el héroe de todos los héroes, que este año regresa de la mano de Bryan Singer con Superman returns (El regreso de Supermán). Otras dos grandes apuestas de los estudios para este año son la segunda parte del filme de aventuras Piratas del Caribe y la versión cinematográfica del gran éxito literario El código Da Vinci.

"Superman returns es una de las mayores producciones de los estudios Warner", reconoció Bryan Singer de un filme cuyo presupuesto ronda los 250 millones de dólares y protagoniza un desconocido Brandon Routh. Aunque la película quiere evitar la idea de ser una secuela de la saga que comenzó Christopher Reeve en 1978, su historia enlaza con la trama de Superman II. Además, tiene otro lazo con el pasado a través de la colaboración del fallecido Marlon Brando en el papel de Jor-El, el padre de Superman, gracias a unas imágenes del legendario actor nunca utilizadas en la primera película.

El estreno de Superman returns está previsto en Estados Unidos para junio en un verano en el que confluirán otros dos pesos pesados de la taquilla, con la segunda parte de la película de aventuras Piratas del Caribe y la versión cinematográfica de uno de los libros más vendidos de los últimos años, El código Da Vinci. La primera vuelve a contar con el mismo reparto que la cinta que en 2003 recaudó más de 300 millones de dólares y le consiguió a Johnny Depp la primera candidatura a los Oscar de su carrera como el pirata Jack Sparrow. En el caso de El código Da Vinci, la historia de suspense de tono religioso que protagoniza Tom Hanks, llega con la polémica garantizada gracias a la oposición de la Iglesia Católica a una trama donde se habla del matrimonio de Jesucristo con María Magdalena. Un filme dirigido por Ron Howard que tuvo más facilidades para rodar en el museo del Louvre que en la Abadía de Westminster, donde nunca les dieron permiso.

Con los Oscar en mente

Otros títulos que llegarán a las pantallas estadounidenses en los próximos 12 meses prefieren dejar su estreno para finales de año en la esperanza de llevarse algo en los Oscar de 2007. Los hay como Dreamgirls que ya han empezado su campaña para abrir boca entre los académicos. La cinta cuenta con el pedigrí de Bill Condon, ganador del Oscar con Dioses y monstruos y candidato por el guión de Chicago. Tras su labor como director en Kinsey quiere volver a probar suerte con la adaptación del musical de Broadway basado en la carrera artística de las Supremes y con un reparto que incluye a Beyoncé Knowles, Jamie Foxx, y Eddie Murphy. Tampoco es difícil de imaginar a un Clint Eastwood recogiendo nuevos premios con Flags of our fathers, filme en el que el veterano actor y director vuelve a aunar fuerzas con el guionista de Million dollar baby, Paul Haggis, para contar la historia de los seis soldados que levantaron la bandera estadounidense en la batalla de Iwo Jima durante la II Guerra Mundial. "Intenté convencer a Clint para que contara conmigo como uno de los reclutas", bromeó la actriz Hilary Swank con tal de volver a trabajar con Eastwood. No es que le haga falta trabajo porque la actriz ganadora de dos Oscar estrena en este año The Black Dahlia, un nuevo thriller de Brian de Palma centrado en el asesinato de una joven actriz en 1947. Junto a Swank está Scarlett Johansson , que si este año se vuelve a quedar sin candidatura por su elogiado trabajo en Match point podrá volver a probar suerte no sólo con la película de De Palma sino con Borgia, filme de época dirigido por Neil Jordan y centrado en la relación incestuosa del hijo ilegítimo del poderoso Pontífice (Colin Farrell) y su hermana Lucrecia.

Otros pesos pesados para el año que ahora comienza son las cintas The departed y The good Shepherd, dirigidas por Martin Scorsese y Robert De Niro respectivamente. La primera es una nueva versión del filme Asuntos sucios con Leonardo DiCaprio y Matt Damon como protagonistas de una trama policiaca trasladada la acción de Hong Kong a Boston. Damon también protagoniza el segundo intento de De Niro detrás de las cámaras después de 12 años, una historia política centrada en el fundador de la CIA donde el papel femenino está en manos de Angelina Jolie.

Más títulos que darán que hablar a lo largo del año: Todos los hombres del rey, remake del clásico de 1949 que protagonizan en esta ocasión Jude Law y Sean Penn y que pese a su aplazado estreno hasta 2006 confía ahora en hacerse un hueco entre la siguiente tanda de candidatos al Oscar. Nicole Kidman cuenta con dos títulos en un mismo año: Fur, la biografía de la fotógrafa Diane Arbus, y la nueva versión de La dama de Shanghai donde interpreta el papel que inmortalizó Rita Hayworth en la película de Orson Welles pero bajo las órdenes del realizador chino Wong Kar Wai. Y George Clooney podrá seguir el año de gloria que le han proporcionado Good night and good luck y Syriana con otra película de corte político que bajo el título de The good German narra la historia de un periodista estadounidense que intenta localizar a su ex amante en el Berlín de después de la II Guerra Mundial.

Carga política

Otras cintas estarán mucho más cargadas en lo que a la política se refiere como es el caso de los próximos trabajos de Oliver Stone y Michael Moore. El primero estrenara su película sobre los atentados terroristas contra las Torres Gemelas justo a tiempo de conmemorar el quinto aniversario del 11-S, un filme aún sin título basado en la historia real de los dos últimos hombres rescatados con vida de los escombros y que protagonizan Nicolas Cage y Michael Peña. Y en el caso de Moore, su nueva polémica se titula Sicko y en esta ocasión el documentalista dirigirá su mirada vitriólica contra el sistema sanitario en Estados Unidos.

Un ambiente caldeado en el que los filmes de animación Over the Hedge y Cars pondrán el contrapunto a la espera de ganarse al p