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Reportaje:Los problemas del urbanismo salvaje

El suelo edificado crece un 40% en los últimos 18 años

Las zonas urbanizadas aumentan más del 50% en la Comunidad Valenciana y Murcia, mientras que España batió durante 2005 su récord de construcción de viviendas

El suelo edificado en España ha aumentado un 40% en los últimos 18 años y lo ha hecho a un ritmo de crecimiento muy superior al del resto de países europeos. Es una de las principales estimaciones del informe Cambios de ocupación del suelo en España. Implicaciones para la sostenibilidad, realizado por el Observatorio de la Sostenibilidad de España (OSE), organismo creado por el Ministerio de Medio Ambiente. El trabajo cuya metodología se basó en la interpretación de fotografías tomadas por satélite y la información facilitada por el Instituto Geográfico Nacional, el Ministerio de Fomento y las comunidades autónomas, confirma que el urbanismo salvaje se cebó entre 1987 y 2000 en el Mediterráneo, principalmente en Murcia y la Comunidad Valenciana con incrementos de más del 50%. Más de un tercio de ese litoral se encuentra ya construido en su primer kilómetro desde el mar.

Las zonas húmedas descendieron un 3%, lo que afectó a ríos y cauces naturales
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- El 'boom' inmobiliario. La superficie de "suelo artificial" en España representaba un 2,1% del total del territorio estatal en el año 2000, lo que refleja un incremento del 29,5% respecto a 1987. La causa, según el estudio, es el cambio de modelo urbanístico que ha renunciado a construir en vertical para hacerlo en horizontal.

Esa tendencia aparece principalmente en Madrid y en el Mediterráneo, pero empieza a desplazarse a la costa cantábrica y la atlántica. El ritmo medio anual de crecimiento del suelo construido en España es del 1,9%, muy por encima de la media de 23 países europeos que se tomaron en cuenta en el estudio (0,68%). La causa, según sus autores, es el tipo de crecimiento económico, muy basado en sectores "de alto consumo de suelo" como la construcción, el transporte y el turismo. La modernización de infraestructuras es otra de las causas de este fenómeno. El mayor incremento de suelo construido se produjo en Murcia (62%), seguida de la Comunidad Valenciana (52,1%).

El número de viviendas que se levantan por cada 1.000 habitantes cada año es de 18, frente a las cinco que se construyen de media en el resto de Europa. Las estimaciones de los investigadores dicen que, entre 2000 y 2005, las constructoras han pisado aún más el acelerador. En España ya hay una vivienda por cada dos habitantes, lo que significa que existen alrededor de 20 millones de casas. Sólo en el último año se construyeron 800.000 viviendas, de las cuales más de la mitad no hacen falta si se tiene en cuenta el crecimiento de la población española y los inmigrantes llegados al país, según afirmó el director del OSE, Luis Jiménez, que presentó el informe junto a la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona.

A la cabeza del porcentaje de suelo construido se encuentra la Comunidad de Madrid, en la que el territorio urbanizado asciende al 12% de su superficie. Le siguen Baleares, la Comunidad Valenciana, Cataluña y Canarias, cuyos porcentajes de "suelo artificial" oscilan entre el 5% y el 4,6%, según el estudio.

"Los procesos de urbanización intensiva que ha sufrido el litoral durante las últimas décadas han transformado de manera determinante el paisaje", explica el informe. "Clara muestra de ello son los elevados porcentajes de urbanización de la Costa Blanca alicantina, la Costa del Sol, el litoral barcelonés o la costa tarraconense, en todos los casos superior al 30%", añade. La presión urbanística se ha desplazado ahora hacia la segunda línea de costa, la que se encuentra a menos de 10 kilómetros del mar.

- La agricultura intensiva. El informe también hace referencia a las zonas agrícolas, que suponen casi la mitad de la superficie del Estado (el 49,8%). Ese porcentaje se supera en Castilla-La Mancha, Baleares, Región de Murcia, Extremadura, Andalucía y Castilla y León. La tendencia, sin embargo, va hacia cultivos más insostenibles. En los 13 años analizados se incrementan notablemente las producciones intensivas muy dependientes del regadío, que se concentran sobre todo en el sur y el este del país. Las zonas de mayor expansión de este modelo agrícola coinciden con las que más problemas de agua tienen. En Murcia, Castilla-La Mancha y Andalucía los regadíos aumentan. Las comunidades con menor superficie dedicada a los cultivos son, precisamente, las de la cornisa cantábrica.

- Cada vez menos agua. Mientras crece la agricultura intensiva, disminuyen la superficie ocupada por el agua. Durante el periodo analizado, las zonas húmedas naturales descendieron un 3% mientras que las artificiales (embalses, salinas y canales) se incrementaron en un 19%. El descenso, según los autores del estudio, afectó sobre todo a ríos y cauces naturales (13%). El crecimiento de la superficie dedicada a infraestructuras hidráulicas no compensa esa pérdida. El avance de la construcción y la agricultura derivó en la desaparición de humedales litorales especialmente ricos en biodiversidad.

- Un modelo económico. "El crecimiento económico de España se produce a costa, entre otras causas, de la destrucción del territorio, observándose un fuerte acoplamiento entre el aumento del PIB y la destrucción de una parte del territorio", concluyen los autores. "El peso desmesurado del entramado financiero constructor en el conjunto de la economía española está teniendo enormes impactos territoriales, favoreciendo la compra de vivienda como inversión en lugar de como valor de uso y desviando recursos que deberían dirigirse hacia las líneas productivas más intensivas en tecnología como la investigación y desarrollo", añade el estudio.

- Predicciones y estimaciones. La estimación realizada para el año 2005 prevé un incremento de la superficie construida del 41% respecto a 1987, porcentaje que se incrementaría al 52% en 2010. La fuerte demanda europea de vivienda en la costa y en las islas y la obsesión de los españoles con una segunda residencia como inversión no sólo multiplican las construcciones, sino que incrementan artificialmente el precio de los pisos, señalan los autores del estudio.

Fotografías de la comarca semidesértica del Campo de Dalías (El Ejido, Almería) obtenidas en 1956 y 2004, en las que se observa el espectacular desarrollo de los cultivos bajo plástico.
Fotografías de la comarca semidesértica del Campo de Dalías (El Ejido, Almería) obtenidas en 1956 y 2004, en las que se observa el espectacular desarrollo de los cultivos bajo plástico.

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