Irak promete tomar medidas contra el PKK ante una Turquía impaciente
El primer ministro turco esperará a la reunión con Bush antes de atacar
El primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, se comprometió ayer a tomar "medidas serias" contra los guerrilleros del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) que luchan contra Turquía. Al Maliki, que intervenía en la Conferencia de Países Vecinos de Irak, que se celebraba en Estambul, no logró disipar la preocupación de sus anfitriones. "Todas las medidas siguen sobre la mesa. Nuestro Gobierno se reserva el derecho de elegir cuándo utilizarlas", dijo el ministro turco de Exteriores, Alí Babacan, después de la reunión.
"El hecho de que organizaciones terroristas basadas en ciertas regiones de Irak causen daños a los Estados vecinos es un asunto que necesita medidas urgentes y sustanciales", había manifestado el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, durante el discurso inaugural, marcando el tono de la conferencia. Erdogan afronta una gran presión interna para intervenir militarmente al otro lado de su frontera sureste después de que el PKK haya reactivado sus atentados en el último mes.
Todos los participantes (vecinos de Irak, miembros permanentes del Consejo de Seguridad, G-8, ONU, Liga Árabe y UE) estuvieron de acuerdo en el peligro que representa ese grupo, considerado terrorista tanto por la UE como por EE UU. Y así se reflejó en la declaración final de la conferencia, que acordó apoyar los esfuerzos del Gobierno iraquí "para impedir que su territorio sea utilizado como base terrorista contra los países vecinos". Sin embargo, también reclamaron a Turquía que no se precipite con una decisión de consecuencias imprevisibles.
"Hemos pedido tanto al Gobierno iraquí como al Gobierno regional del Kurdistán que pongan fin a las actividades del PKK en el norte de Irak, pero también hemos instado a Turquía a que no tome medidas desproporcionadas", resumía más tarde la comisaria europea Benita Ferrero-Walner.
"Vamos a incrementar los controles de carretera para impedir sus desplazamientos y transporte de armas, vamos a cerrar las oficinas de sus organizaciones fachada y vamos a detener a cualquier militante buscado por Turquía", concretó el ministro iraquí de Exteriores, Hoshyar Zebari, al concluir la conferencia. "Pronto verán estas medidas aplicadas", aseguró.
De hecho, poco después de la intervención de Al Maliki, llegaron noticias de que el Gobierno regional kurdo estaba cerrando las oficinas de un pequeño grupo afiliado con el PKK en Erbil, Suleimaniya y Dohuk. "Es un gesto simbólico", aseguraba un observador. "El problema no son las oficinas, sino los campamentos militares en las montañas de Qandil". Y ahí Zebari, que es kurdo, reconoció su impotencia. "No están bajo control del Gobierno central, sino de la región autónoma kurda, pero esperamos que a través de la cooperación seremos capaces de solventar el problema", manifestó.
Resultados tangibles
Su homólogo turco no le contradijo, pero todos los analistas coinciden en que Ankara espera resultados tangibles muy pronto. La prensa turca asegura que Erdogan se ha dado como plazo límite su entrevista del lunes con el presidente de EE UU, George W. Bush, antes de ordenar la intervención militar. Ankara está convencida de que sólo Washington está en condiciones de presionar al Gobierno regional del Kurdistán iraquí.
A pesar de la sensación de que el problema del PKK ha eclipsado el objetivo de la conferencia de impulsar la estabilidad y la seguridad en Irak, la delegación iraquí mostró su satisfacción. "Al final la gente se ha dado cuenta de la importancia de tener un Irak estable y en paz", declaró a este diario uno de sus miembros.
Los participantes volvieron a reafirmar su apoyo a la integridad territorial de Irak y a la continuación del proceso internacional para contribuir a su estabilidad política y su seguridad. Con ese objetivo, Turquía logró sacar adelante su proyecto de crear un "mecanismo de apoyo" a pesar de los recelos de Egipto e Irán. Para ello tuvo que aceptar que ese órgano de seguimiento de la conferencia tenga su base en Bagdad. También acordaron que la próxima reunión ministerial de vecinos y amigos se celebre en Kuwait.
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