Gasol reclama el mando

Fue un espejismo. Una bonita, pero efímera ilusión. Después de la sorprendente victoria ante los vigentes campeones de la NBA, los San Antonio Spurs, hace menos de una semana, los Grizzlies de Pau Gasol se han dado de bruces contra la dura realidad. Dos derrotas seguidas, una ante Detroit y otra frente a Filadelfia, dejan a Memphis con un balance de 8 victorias y 19 derrotas. Esta última, además, ha dolido. Sobre todo al español, que, con 31 puntos y 13 rebotes, realizó su mejor partido de la temporada.

Al menos sirvió para que Gasol demostrara que se ha recuperado. No sólo de la pequeña lesión en el pie que le ha tenido apartado los últimos partidos. También de las sensaciones que se habían instalado en el banquillo que dirige Marc Iavaroni. El entrenador de los Grizzlies ha mantenido una línea desconcertante con el pívot de Sant Boi desde que comenzó la temporada. Implantó un estilo de juego rápido y alocado, que en nada favorecía a las características del ex jugador del Barça. Cada vez se marcaban menos jugadas para él, el balón circulaba por todo el perímetro y nunca llegaba al poste. Rudy Gay, un jugador de segundo año, se convirtió en la primera opción del ataque. Había perdido el mando.

Pero Gasol es orgulloso. Lideró a su equipo frente a Filadelfia, batió su marca anotadora de la temporada y sólo una canasta de Iguodala en el último segundo privó a su equipo de la victoria. Otra vez Memphis se veía incapaz de imponerse en un final apretado. "Siento que su esfuerzo, al final, no sirviese para nada", declaró un Iavaroni consternado por la derrota; "pero estoy impresionado. Satisfecho de ver que Gasol se ha recuperado de las lesiones que le han afectado desde que comenzó la temporada. Dio un gran espectáculo y me alegro ver al verdadero Pau, al que todos conocemos", añadió. Un Gasol al que Iavaroni parece haber redescubierto.