La policía alerta del chantaje con fotos íntimas de menores

El director general de la Policía y la Guardia Civil, Joan Mesquida, pidió ayer a los padres de menores que no cedan al chantaje y no paguen nada si alguna persona amenaza a sus hijos o hijas con difundir imágenes suyas de contenido sexual conseguidas a través de Internet mediante engaños. Mesquida hizo esta recomendación tras conocerse la detención de Ricardo Javier Mendoza Navarro, un peruano de 29 años arrestado en su país, que obtuvo 4.700 euros de una familia de Tarragona a cambio de no publicar imágenes de dos hermanas adolescentes (una de 12 años y otra de 16), según fuentes policiales.

Mendoza se hizo pasar por una niña y así logro seducir a la hermana mayor para obtener fotos y vídeos de naturaleza sexual. Tras conseguir que la chiquilla le enseñase sus pechos a través de la webcam, Mendoza le coaccionó para que le mostrara cada vez partes más íntimas. Como el delincuente se había apoderado de la cuenta de correo y de la lista de sus contactos, amenazó a la chiquilla con difundir esas imágenes entre sus amigas.

Con la misma técnica, el presunto chantajista logró someter a la otra hermana de la víctima, la de 12 años, y obtener fotos e imágenes suyas en actitud íntima. Se hizo pasar por un hacker y le amenazó con borrar todos los datos del ordenador si no se desnudaba y se tocaba.

Teniendo ese material en sus manos, el chantajista exigió dinero a cambio de no colgarlo en la Red. Agobiado por esa posibilidad, el padre de las menores accedió a ingresar unos cuantos miles de euros en la empresa Western Union a nombre de una persona, sin concretar domicilio ni país. El cabeza de familia cedió una vez. Volvió a ceder otra. Y claudicó una tercera. Cuando ya llevaba ingresados 4.700 euros, denunció el caso al Cuerpo Nacional de Policía a finales de 2007, al ver que el chantajista mantendría sus exigencias indefinidamente.

La Brigada de Investigación Tecnológica, de la Comisaría General de Policía Judicial, identificó al peruano, natural de Chiclayo, que se escondía tras el correo electrónico tuchicolindo. Fue detenido en Perú acusado de distribución de pornografía infantil a través de Internet, extorsión de menores y exhibicionismo sexual a menores. Tras el examen del material intervenido en su domicilio se ha comprobado que actuó de igual forma con otras jóvenes, entre las que podría haber españolas.

El detenido seducía a niñas a través de programas de mensajería instantánea, tipo Messenger, y mediante técnicas de ingeniería social, con amenazas escalonadas, conseguía que se desnudasen ante la webcam.

Es la primera vez que la Brigada de Investigación Tecnológica descubre a un chantajista que exige dinero a cambio de no difundir fotos comprometidas, según un mando policial. Pero esta unidad detiene anualmente a un promedio de seis u ocho individuos que extorsionan a menores para hacerse así con una colección de fotos y vídeos de contenido sexual mediante la técnica del grooming. Una especie de abuso sexual virtual.