El combate eléctrico

Otro verano de chispazos. Eléctricos, por supuesto. El pandemónium del sector continúa. Los protagonistas son casi los mismos que dejó sobre el escenario la larga batalla por Endesa, salvo Manuel Pizarro. El guión tampoco ha cambiado mucho, si se tiene en cuenta que el desenlace final pasa por el control de las mismas compañías de entonces: Iberdrola y la propia Endesa. La venta del 45% de Unión Fenosa a Gas Natural (GN) por parte de ACS es un episodio más en esta obra interminable que puede encaminarse hacia su desenlace definitivo.

Florentino Pérez va a por Iberdrola, pero Sánchez Galán no se dejará amilanar

Entrecanales y Conti ya apenas disimulan las tensiones internas

El planteamiento tiene dos actos paralelos. Ahí están, por un lado, el grupo Acciona de la familia Entrecanales a porrazos con Enel, la entidad pública italiana dirigida por Fulvio Conti con la que quitó Endesa de las manos a la alemana E.ON. Ahí está también, por el otro, el presidente de ACS, Florentino Pérez, que se ha desprendido de Fenosa para centrarse en cuerpo y alma en el asalto a Iberdrola, donde le espera el belicoso Ignacio Sánchez Galán para defender la fortaleza.

- Acto 1º. El episodio de Fenosa precipita los acontecimientos. Florentino Pérez ha acelerado el asalto. Primero sondeó el sector a sabiendas de que GN, malherida por los teutones de E.ON en la primera batalla de Endesa, quería resarcirse. Después explicó el diseño al ministro de Industria, Miguel Sebastián, y al presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, a los que ha tenido al corriente de todos sus pasos. Presidente y ministro bendijeron la operación. Asimismo, el empresario informó a los presidentes de Cataluña y Galicia, José Montilla y Emilio Pérez Touriño, como sedes de las compañías implicadas.

Mientras las filtraciones calentaban el mercado, se anunció la preparación de una subasta con varios grupos interesados. Aparecieron GN, EDF, E.ON, Eni y Suez, éste accionista de GN con el 11%. Pero todo quedó en fuegos de artificio porque GN tomó ventaja. Es el cuarto intento en el que participa para comprar una eléctrica y no podía fallar. Antonio Brufau (primero presidente de GN y director general de La Caixa y después de Repsol), Isidro Fainé (primero director general y luego presidente de La Caixa) y Salvador Gabarró (consejero primero y luego presidente de GN) tenían una espina clavada desde hace años. Además, La Caixa es socia de ACS en Abertis. La celeridad con la que han conseguido los 17.000 millones de euros para financiar la operación demuestra que tienen prisa por cerrar la operación.

El grupo catalán ha quedado satisfecho con la tercera eléctrica y Florentino Pérez ha podido propinar el golpe rompedor que viene mascando desde que entró en Fenosa en septiembre de 2005. Entonces cruzó con Emilio Botín una jugada de tahúres (se quedó con el 22% que tenía el Banco Santander cuando se daba por vendido a un grupo gallego encabezado por Amancio Ortega) que descolocó al mundo financiero. Ahora se va con unas ganancias netas de 1.859 millones, reduce la deuda de ACS de 18.442 a 5.164 y podrá financiar la participación que ya posee en Iberdrola (7,2%); convertir el 5,2% que tiene en derivados y comprar al menos otro 4% más.

Primer objetivo cumplido. Fuera de Fenosa, Pérez puede centrarse en Iberdrola. Los próximos pasos serán pedir representación en el Consejo de Administración que preside Sánchez Galán, participar en la gestión y, si cabe, elevar el porcentaje.

A Sánchez Galán, que no se dejará amilanar fácilmente, no le gusta nada el asunto. Cuando ACS llegó a Iberdrola, en septiembre de 2006, Florentino Pérez alabó su labor en la eléctrica. Duró poco, porque Galán no le creía, a pesar de que ACS respaldó la gestión en las sucesivas juntas de accionistas. Sánchez Galán trató de impedir que comprara más títulos y buscó blindajes, incorporando cajas de ahorros al capital (ya estaba la BBK, tradicional accionista de la firma vasca, que por cierto financió a ACS) y haciendo crecer la compañía con la adquisición de empresas como Scottish Power y Energy East (EE UU) para diluir la presencia de ACS. No extrañaría que ahora pretendiera a algún caballero blanco. Sigue habiendo muchos interesados por entrar o crecer en el sector eléctrico español.

- Acto 2º. En el otro frente, José Manuel Entrecanales, presidente de Endesa, y Fulvio Conti, presidente de Enel, ya apenas disimulan las tensiones internas. Los dos se aliaron, con la mediación de los Gobiernos de Zapatero y Romano Prodi, para desbancar de Endesa a E.ON, que contaba con el apoyo del PP y del presidente de la eléctrica, Manuel Pizarro. Les hicieron morder el polvo y el presidente de la firma alemana, Wulf Bernotat, se tuvo que conformar con Viesgo y varias centrales de Endesa. Y Bernotat no renuncia a más.

Tras el triunfo de Berlusconi, la actitud de Enel ha cambiado radicalmente. Ahora parece que está arrepentida del acuerdo firmado en la Semana Santa de 2007. Entonces Conti valoró más la oportunidad de entrar en una empresa puntera con presencia en Latinoamérica, aunque tuvieran que esperar entre 5 y 10 años para presidirla, a pesar de tener mayoría (67% por 25%).

El primer enfrentamiento serio se produjo al plantearse la separación de los activos eólicos para fusionarlos con los que tenía Acciona, tal como recogía el pacto. El acuerdo decía que a partir de 2012 Acciona puede obligar a Enel a comprarle el 25%, pero puede mantenerse así hasta 2017. Si Enel rompe deberá pagar más de 11.000 millones a Acciona. Mucho dinero. Y mucho tienen que cambiar las cosas para que no rompan y se repartan el botín.

- Desenlace. Los protagonistas están preparados. Posiblemente descansen en agosto; pero septiembre llegará caliente. Las espadas están afiladas para el combate. El final, imprevisible.