Pandiani amarga al Racing

Walter Pandiani concedió ayer una semana más de esperanza a Osasuna, que presentó un grupo de futbolistas que pensaba más en resistir que en vencer y lo consiguió. El Racing, por su parte, estuvo cerca de la sentencia, pero no supo conservar su ventaja.

Con los futbolistas que presentó, Portugal ya traslucía sus intenciones. No faltaba casi nadie de los habituales. Por su parte, Camacho utilizó a sus suplentes, como Dady. Otra oportunidad para el delantero de Cabo Verde. Y, como las anteriores, malgastada. Su equipo, de todas maneras, no se complicó la vida. La consigna era que Galán se buscase la vida con lo que le caería del cielo. El delantero, otro producto de Tajonar, no se arrugó, pero a su alrededor había un erial. Nada a lo que agarrarse. Por su parte, el Racing se fue adormilando. Empezó bien, de nuevo con Canales al mando -las faltas y saques de esquina ya son suyos-, pero no termina de resolver el problema con sus delanteros. El propio Canales andaba más cerca del gol que Xisco. Osasuna no empleó mucho tiempo en controlar los amagos del Racing, lo que transformó el partido de Copa en algo más parecido a una noche de la pretemporada.

El Racing no se descolocó. Empezó la segunda parte con ánimo de seguir achuchando a Osasuna. Ahí estaba el encuentro cuando una jugada de Toni Moral por el sector izquierdo la culminó Gonzalo Colsa con un disparo precioso que supuso el primer gol. En vez de conservarlo, el Racing se fue a por otro ante la tontera de Osasuna, en el que Camacho no acertaba con los suyos. Los cambios le sentaron bien al equipo navarro. Aun así, el senegalés Diop tuvo tiempo para, con otro ajustado disparo, situar al Racing a un trecho de la semifinal. Tocaba espabilar en Osasuna. Pandiani y Camuñas asustaron a El Sardinero y poco después la unión de ambos desembocó en el tanto del uruguayo, al que difícilmente se le escapa un remate fuera de la portería. A Osasuna le salió bien la jugada, aunque el fútbol fue del Racing.