EE UU incrementará hasta un 30% las tasas arancelarias al acero
La UE ha anunciado que interpondrá una demanda ante la OMC. - China y Rusia son algunos de los países más afectados
El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, ha anunciado hoy que su país impondrá aranceles de hasta el 30% en gran parte del acero que importa, lo que afectará sobre todo a naciones productoras como China, Rusia, Brasil, Japón y a la Unión Europea, que ya ha anunciado que interpondrá una demanda inmediatamente ante la Organización Mundial de Comercio (OMC).
Esta decisión, que entrará en vigor el 20 de marzo, no le deja a la UE "otra opción que reaccionar", según un portavoz de la Comisión Europea. La medida se prolongará durante tres años y está destinada a proteger la industria estadounidense.
Como se esperaba, esta medida no afecta a México ni a Canadá, grandes socios comerciales de EE UU en el Tratado de Libre Comercio de Norteamérica (TLC), ni tampoco a Argentina, Tailandia o Turquía, por ser naciones en desarrollo.
La UE ha argumentado que esta reestructuración de la siderurgia estadounidense no debe hacerse a costa del resto del mundo, mientras que el Gobierno ruso ha señalado que la decisión de Bush perjudicará a su industria. Los países productores temen que, además de perjudicar la entrada de su acero en EE UU, se registre un excedente internacional que amenace a la competitividad de sus industrias, muchas ya reestructuradas después de largos y dolorosos procesos.
Según Bush, esta decisión de aplicar "salvaguardas temporales" es coherente con las reglas de la OMC. Además ha asegurado que él sigue siendo un defensor del libre comercio. La Casa Blanca ha argumentado que esta es una decisión de compromiso, ya que no acepta todas las reclamaciones de la poderosa industria siderúrgica estadounidense —que exigía unos aranceles de hasta el 40%—, ni tampoco las de los países afectados, que le pedían que no impusiera ningún tipo de tarifa.
Los productores estadounidenses de acero, cuyo poder de influencia es muy grande, se han quejado de que esas importaciones de acero han causado la bancarrota de una treintena de compañías desde 1997. En 2001, EE UU importó 23,5 toneladas métricas de acero, por debajo de las 27,6 toneladas del año anterior.
La decisión tiene como telón de fondo el compromiso de Bush en defensa del sector del acero que realizó durante la campaña electoral, aparentemente con vistas al futuro apoyo que podrían brindarle a su reelección en 2004 Estados clave como los del Medio Oeste, Pensilvania o Virginia Occidental.
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