Tres de cada 10 demandantes de vivienda paralizan la compra por la inflación

Hace meses que el mercado inmobiliario da muestras de que el festín de compraventas de vivienda que España vivió el año pasado ha tocado a su fin. La subida de los tipos de interés ha encarecido las hipotecas, lo que hace inviable las operaciones para muchos hogares que, por otro lado, han visto su capacidad adquisitiva mermada por la inflación (el problema de base que los bancos centrales quieren combatir precisamente subiendo los tipos de interés). Pero, ¿cuánto afecta esta situación a quienes quieren comprar una casa? Según Fotocasa, que este miércoles ha difundido los resultados de una macroencuesta realizada el pasado febrero, mucho. Hasta un 59% de los demandantes de vivienda declaran que la subida del IPC ha afectado a sus planes, frente a un 28% que dicen que les importa poco o nada.

El 59% sale de la suma de dos porcentajes. Los más afectados, un 28% del total de demandantes activos de vivienda (la encuesta preguntó a 5.000 personas “activas en el sector inmobiliario”, pero para estos datos se centra solo en los que en el último año han llevado a cabo alguna acción para adquirir una casa), dijeron que habían descartado la compra. Son los hogares a los que las cuentas no les salían. Luego hay otro 31% que dijeron que se estaban replanteando la operación; es decir, que pueden acabar parándola o enfocarse a inmuebles que entren dentro de su nuevo rango adquisitivo.

El porcentaje es similar al que la misma encuesta (Fotocasa Research la realiza dos veces al año) arrojó en agosto del año pasado, cuando la inflación afectaba al 60% de las personas con intención de comprar casa. Pero la situación sostenida de subida de precios va pasando factura, poco a poco, al conjunto del mercado. Si en agosto un 54% del total de encuestados decían que no tenía intención de comprar ni de alquilar casa, el pasado febrero ya eran un 56% (el 44% son personas que se consideran activas en el mercado, pero que pueden estar en él porque, por ejemplo, tienen la intención de vender o de ser arrendadores de una vivienda). Y respecto al pasado verano ha crecido el porcentaje de quienes han parado el proceso de compra o alquiler (un 18% del total, frente a un 17%) mientras que retroceden del 13% al 11% los que responden que la inflación “ha impactado poco o nada” en sus intenciones.

El trabajo también da datos para los que pretenden arrendar. En este caso, solo un 55% se declaran afectados por la inflación, aunque son más los que han parado la intención de alquiler (29%) que los que dicen que simplemente se lo están replanteando (26%). En una aparente paradoja, la subida del IPC y la repercusión sobre los tipos de interés hipotecarios, puede acabar teniendo consecuencias nefastas también para el mercado de alquileres. “Los demandantes de compra frustrada se refugian en el alquiler, poniendo más presión sobre la escasa oferta, lo que eleva el precio de salida de los nuevos contratos”, explica la directora de Estudios del portal, María Matos, en una nota difundida por el portal inmobiliario. De hecho, solo un 16% de los demandantes de arrendamiento se declaran poco o nada impactados por la inflación, un reflejo de que, por regla general, los hogares de inquilinos son los de menor poder adquisitivo y se ven más expuestos a los vaivenes del ciclo económico.

Sigue toda la información de Economía y Negocios en Facebook y Twitter, o en nuestra newsletter semanal