_
_
_
_

Los otros pisos turísticos que también molestan a los vecinos

Hostales, ‘hostels’ o casas de huéspedes proliferan aprovechando la laxitud normativa de algunas ciudades

'Hostel' Bears Sharehome en la calle Esgrima de Madrid
Carteles de protesta contra la vivienda turística sobre un 'Hostel' abierto en la calle Esgrima de Madrid.Pablo Monge

El foco está puesto en las viviendas turísticas, que provocan aumentos en los precios y generan molestias a los vecinos de los barrios más céntricos de las ciudades españolas. El Gobierno ultima sus medidas para regular esta modalidad de alojamiento. Aunque la realidad es que no son los únicos que están provocando problemas.

Los hostels, menos conocidos, son otra pesadilla para los vecinos con los que comparten un edificio residencial.  Son un tipo de alojamiento económico con habitaciones compartidas y zonas comunes. A diferencia de los pisos turísticos, prestan un servicio profesional, están regulados por la comunidad autónoma y tienen que cumplir unos requisitos mínimos en cuanto a sus instalaciones y servicios. Es la denominación anglosajona del tradicional albergue juvenil, reinventado ahora en torno a “la experiencia de compartir” que demandan los milennials, sobre todo los extranjeros que visitan España. Una modalidad de alojamiento que resurgió con fuerza tras la covid-19.

Emilio Alarcón es, desde 2019, propietario de un piso en un bloque en la calle Esgrima de Madrid, y uno de los 11 vecinos que sufre las consecuencias de este tipo de alojamientos que coexisten con las comunidades. Instaladas dos viviendas de uso turístico en la segunda planta, sus dueños compraron el piso bajo para tener acceso a la calle, y lo convirtieron en un hostel. “Aunque en una junta se prohibió tocar la estructura, el forjado, porque querían conectar el hostel con las VUT, lo hicieron. Incluso quitaron el techado del patio interior comunitario para disfrute de los turistas y colocaron una máquina industrial de aire acondicionado, modificando la fachada”, explica Emilio. Pero el mayor problema lo tienen con el ruido que generan desde el patio, que actúa de embudo, colándose todo tipo de conversaciones en las casas.

El hostel es legal, porque tiene licencia urbanística concedida por el Ayuntamiento a través de una Declaración Responsable, que autoriza la actividad turística y las obras, pero los propietarios han judicializado el asunto por la ejecución de estas, que no contaban con el consentimiento de la comunidad.

La Declaración Responsable es un documento mediante el cual los interesados manifiestan, bajo su responsabilidad, que cumplen los requisitos exigidos por las ordenanzas municipales, así como la normativa que los regula, para poder realizar una obra o iniciar una actividad. Normalmente va acompañada de una posterior inspección para comprobar que todo está en orden.

Aunque los hostels pueden comprender una parte independizada del edificio residencial siempre que dispongan de acceso directo y exclusivo a la vía pública, es frecuente que ocupen la totalidad del edificio. Y en estos casos, en los que las molestias son mínimas, es donde más se alojan los jóvenes turistas, normalmente de entre 18 y 30 años que, según la temporada, el tipo de hostel y la ciudad donde se ubica puedan pagar de media entre 30 y 40 euros por cama, según la consultora Christie & Co.

El fenómeno hostel está en auge. “Ha llamado la atención de los fondos de inversión y operadores, que están apostando por este tipo de alojamiento, entre otras razones porque los hostels permiten abarcar a un nuevo segmento de clientes y no requieren inversiones tan elevadas como los hoteles, aunque se pueden conseguir ingresos por cama mucho mayores”, argumenta Nicolas Cousin, director General de Christie & Co en España y Portugal. “Incluso los hostels se han convertido en una opción para las familias por la amplia tipología de habitaciones, con habitaciones privadas para 4 o 6 personas”.

El apetito inversor no tiene fin. “Históricamente, la inversión por cama en hostels existentes era de entre 30.000 y 50.000 euros en zonas céntricas de Madrid y Barcelona, aunque este año estamos viendo unos niveles récord que superan los 70.000 euros por cama”, apunta Joan Bagó, consultor hotelero senior de Christie & Co.

Una de las transacciones más sonadas en el sector ha sido la realizada por la gestora inmobiliaria Azora, que poco después de adquirir dos hostels en Barcelona e Irlanda por 55 millones de euros para su operador de hostels urbanos paneuropeo Latroupe, ha comprado dos hoteles y dos edificios adyacentes en el centro de Bruselas, para reconvertir estos últimos en un hostel con 130 camas. Estas últimas adquisiciones amplían la cartera de Latroupe que asciende a ocho activos y 1.600 camas repartidas entre Madrid, Bilbao, Bruselas, Dublín y Barcelona.

“Comenzamos a pensar en hostels en 2018, porque nos dimos cuenta de que si bien una parte de los clientes quería ir a este tipo de alojamiento por una cuestión de precio, habría otro público que elegía un hostel y no un hotel por el concepto social que hay asociado”, cuenta Carlos Cano, director General de Latroupe. En sus hostels se celebran conciertos, cinco veces por semana, presentaciones de libros, talleres…

Su apuesta fue tan clara que el primer hostel que abrieron, no sin incertidumbre, fue en agosto de 2021, en Bilbao, en medio de la crisis sanitaria. “Sin embargo, la demanda de viajeros a hostels se recuperó de una manera más rápida que la de los hoteles, lo que nos animó a seguir invirtiendo”, dice.

Sus hostels cuentan con tres tipos de habitaciones, con cama compartida, doble y familiar, y mientras que el 40% de los clientes está por debajo de los 30 años, el 15% se sitúa por encima de los 50. “La cultura del hostel se está introduciendo en nuestro país, pero en los países anglosajones ya está muy arraigada, y no depende de la edad del huésped”, mantiene Cano. Los viajeros proceden en primer lugar de España, seguido de Francia, Estados Unidos y Bélgica.

La compañía tiene previsto seguir ampliando su cartera de hostels mediante la adquisición de activos y a través de acuerdos de gestión en Francia, Italia, Reino Unido, España y otros países europeos.

Otro operador que se ha convertido en la mayor plataforma del sur de Europa, con 30 establecimientos abiertos y 21 en desarrollo y construcción en España, Portugal e Italia, es Room00 hotels & hostels, que cuenta con 20 hostels en nuestro país. “Descubrimos un nicho de mercado y lo desarrollamos en 2013, en la Plaza de Santa Ana, en Madrid, con nuestro primer alojamiento”, relata Ignacio Requena, consejero delegado y fundador de esta empresa.

“La evolución de este segmento va a ser imparable porque es un producto que goza de una buena flexibilidad, que se adapta a las necesidades que tiene un cliente, y que no siempre son las mismas”, finaliza. Tanto Latroupe, la división de hostels de Azora, como Room00 hotels & hostels, centran su negocio en edificios completos ubicados en las mejores zonas de las ciudades.

Sigue toda la información de Economía y Negocios en Facebook y X, o en nuestra newsletter semanal

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Rellena tu nombre y apellido para comentarcompletar datos

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_