Nueve sogas en el cuello de la educación
El presupuesto dedicado a la enseñanza se desploma en España un 30,5% desde 2010 Los centros pierden en solo un año 20.000 profesores, las aulas acogen 80.000 niños más Unos 600.000 alumnos se quedan sin ayudas para comprar libros de texto y material didáctico
Un hombre espera impaciente en el andén del metro. Quedan 10 minutos para el siguiente tren. Camina de un lado a otro. Llega tarde. La sudadera verde con el eslogan de Escuela Pública de todos lo delata. Es domingo y, como todos los fines de semana de los últimos meses, está convocada una protesta contra los recortes en la Educación Primaria y Secundaria. Allí se dirige el inquieto viajero; a qué colectivo pertenece, es una incógnita. Podría ser un profesor abatido por el aumento de horas lectivas, por el recorte de salario, por los pupitres agolpados en el aula, por no poder prestar atención a ese estudiante que parecía no entender el teorema de Pitágoras, por las montañas de trabajos sin corregir que aguardan en su mesita de noche.
El hombre también podría ser un conserje preocupado porque en el centro ya no quedan tizas, ni cuadernos, ni pupitres; obsesionado por esa puerta rota, que se pasará meses sin arreglar, o por el goteo de despidos entre sus compañeros. O tal vez podría tratarse de un padre furioso porque su hijo autista ya no tiene profesor de apoyo, por el autobús escolar que ya no llega al pueblo, por los kilómetros de más que tiene que recorrer tras el cierre de su colegio, por el cambio obligado del comedor escolar por un tupper, por el dinero, que no llega para comprar los libros de texto... y por ver cómo los cimientos de la educación pública y de calidad se tambalean.
Los beneficiarios de esta beca concedida por el ministerio han pasado de más de 970.000 alumnos el anterior curso a tan solo 390.000 este. El presupuesto, que en 2011 alcanzaba 98 millones de euros, apenas llegó a 20 en 2013, y se verá reducido a la anémica cifra de 1,4 millones este curso. La desigualdad entre las comunidades autónomas en las ayudas para la compra de libros de texto y material didáctico se ha agigantado en los últimos años. Mientras Baleares, Castilla-La Mancha, Cataluña o La Rioja cerraron el grifo y las redujeron un 90% en 2013; Andalucía y País Vasco han decidido no solo mantenerlas, sino incrementarlas: el 13,3% y 6,2% respectivamente. La subida del IVA (del 18% al 21%), en 2012, ha añadido otra carga más al bolsillo de los padres. “La adquisición de libros y material escolar podría llegar a convertirse en un lujo reservado a las élites”, como explica Jesús María Sánchez, presidente de la Confederación Española de Padres y Madres de Alumnos (CEAPA).
Para muchos niños, la beca de comedor es el pasaporte a la única comida del día. El desplome de las ayudas a la alimentación de los más pequeños se ha hundido un 28% en 2013. Esto supone 26 millones de euros menos que el curso anterior. España, decimoquinta potencia económica del mundo, tiene, según la ONG Educo, dos millones y medio de niños que sufren malnutrición. El comedor escolar ha dado paso al tupper y al bocadillo. Pero incluso existen casos más dramáticos: alumnos que buscan en los recreos alimentos en las papeleras, pequeños que sufren mareos en las aulas porque en casa no había nada que desayunar ni cenar. Las escenas se han vivido en colegios de Castellón y han sido denunciadas por la federación provincial de padres. No son casos aislados. Para paliar las situaciones más dramáticas, comunidades como Andalucía y Canarias y varias ONG tratan de garantizar una comida diaria a los pequeños. Mensajeros de la Paz, por ejemplo, abrió en 2012 en Madrid un comedor en el que cenan unos 60 niños. “Ellos sufren porque, aunque coman, saben que sus padres no pueden hacerlo. Algunos se guardan la comida para repartirla en casa”, confiesa emocionado el presidente de esta asociación, el padre Ángel.
Menos profesores para más niños. Unos 80.000 alumnos se han incorporado este curso a la enseñanza no universitaria en España. Los interinos han sido las principales víctimas de la importante reducción del presupuesto dedicado a la educación. Aunque el número de profesores con plaza fija no ha descendido, los colegios e institutos españoles cuentan con 20.000 interinos menos, un colectivo de aproximadamente 100.000 profesionales. “Las dificultades que está pasando la educación hacen que nuestro trabajo cobre más importancia”, asegura Carlos Fernández, presidente de la Asociación de Profesores de Madrid. La causa de los docentes que no tienen plaza fija es uno de los argumentos de la denominada Marea Verde, que exige que los recortes no afecten a la calidad de la enseñanza.
Hace 25 años, las aulas con 40 alumnos eran lo habitual. En las últimas décadas, el número de niños en cada clase ha ido cayendo. Sin embargo, el ministro José Ignacio Wert ha roto la barrera de 25 alumnos por aula en Primaria y 30 en Secundaria que establecía la anterior norma. El nuevo tope se ha fijado en hasta un 20%. En muchos colegios ya se ha sobrepasado ese límite. Claudia Sandra Villa, portavoz de la comisión de información y acciones de la Asamblea de la Marea Verde, avisa de alguna de las consecuencias de esta masificación: “Nos encontramos clases de Tecnología con herramientas peligrosas como sierras y tijeras, y con 36 alumnos en ellas”. En la Escuela Oficial de Idiomas, el aumento de alumnos por profesor ha sido más radical: de 64 de 2012 a 86 previstos en 2014. Al mismo tiempo que se amplía la ratio de alumnos por aula, los jóvenes están volviendo a clase por el dramático ascenso del paro juvenil. En 2008, el desempleo de los jóvenes no llegaba al 25%, y cerró 2013 rozando el 57%. Ante este panorama solo uno de cada cuatro estudiantes abandonó los libros el año pasado (en 2008, lo había hecho un 32%), 11,5 puntos por encima de la media europea, que se sitúa en el 13,5%.
Hace cuatro años, el Ministerio de Educación tenía un presupuesto de 3.092 millones. Este curso, la enseñanza en España tendrá que conformarse con 2.150, lo que supone un 6% del total del gasto público. Las comunidades autónomas, con la competencia para administrar el dinero que llega de los presupuestos generales del Estado, han asestado un golpe a las aulas que se traduce en un recorte de 5.300 millones de euros desde 2011. El presupuesto para Infantil y Primaria se desinfla, con un descenso de 105 millones, más del 60%. No salen mejor paradas las enseñanzas de FP, ESO y escuelas de idiomas, que pierden 146 millones. En 2011 fueron 356. Es el tercer año consecutivo de descenso, una situación que amenaza la subsistencia de esta formación complementaria. No es el único frente abierto. Los sindicatos se quejan de que muchas empresas en las que los alumnos de formación realizan las prácticas no se preocupan por enseñarles. “Les importa muy poco la formación. Solo les utilizan para puestos que deberían ocupar trabajadores asalariados”, asegura Francisco López, secretario de política sindical y negociación colectiva de CC OO en Madrid.
El Estado relaciona el descenso de alumnos en este ciclo con la caída de la natalidad, pero expertos y profesionales aseguran que muchos centros públicos destinados a los más pequeños han cerrado porque las Administraciones no les han pagado. El número de alumnos entre cero y tres años se redujo este curso en 5.000 niños; y entre tres y seis, 9.000. En la Comunidad de Madrid, el 50% de las familias con plaza en estas escuelas renunciaron este año a ellas por no poder hacer frente a la matrícula. El Gobierno regional subió el precio en el curso pasado de 80 a 260 euros mensuales. "La LOMCE cierra los ojos ante la clausura de estos centros infantiles. No se aportan soluciones", asegura Claudia Sandra Villa, portavoz de la Asamblea de la Marea Verde.
España se encuentra entre los cinco países que más han recortado el sueldo de los docentes, junto a Grecia, Eslovenia, Irlanda y Portugal, según un informe publicado en 2012 por la Comisión Europea. Las cuentas públicas preveían que los salarios de los funcionarios públicos en España aumentaran un 0,3% en 2010, pero en su lugar se redujeron un 5%. Esta pérdida de poder adquisitivo, unido al problema de tener que impartir asignaturas para las que no se han formado específicamente, provoca una desmotivación en los docentes, que ven como un reto "el conseguir una estabilidad laboral". "Hay una sensación de falta de apoyo de la Administración y de la sociedad en general", aseguran varios miembros de la Asociación de Profesores de Madrid.
El retrato más dramático de los recortes lo pintan los colegios e institutos desaparecidos desde que comenzó la crisis. Solo desde 2010 han cerrado sus puertas 168 centros educativos de Primaria y Secundaria. Y el tramo más cruento de la crisis ha acelerado este desmantelamiento, que es especialmente acusado en las zonas rurales más despobladas. En Galicia este año cerrarán 22 escuelas. La Consejería de Educación quiere firmar para este año la defunción de colegios con menos de seis alumnos. Estos centros dan formación en la misma aula a niños de entre 3 y 12 años, con la dificultad para el docente de adaptarse a las necesidades y ritmos de cada alumno. Las instituciones que defienden que no se cierren estos centros instan a mejorar el sistema, pero no limitarse a destruirlo. Pero la siega de centros ha tocado también a Madrid (con 12 centros cerrados) y Cataluña (con 17).
El tiempo total invertido en mejorar la calidad de los docentes era de 6.700 horas en 2012, una cifra que caerá hasta las 1.500 horas en 2014. La formación específica y el continuo enriquecimiento de los conocimientos de los docentes resultan clave en la atención: desde alumnos superdotados hasta los que tienen más dificultades. "El sistema es integrador y no puede segregar a la élite. Esto exige unos conocimientos del profesor que debería adquirir en su formación", explica María Teresa Medina, presidenta de la Asociación Española de Superdotación y Altas Capacidades. En 2012, el Ministerio de Educación preveía completar el currículo de 3.300 docentes, pero finalmente solo se beneficiaron 1.468. La tijera también ha afectado a la formación asociada a proyectos de innovación, como la internacionalización de los docentes. En el 2012, se estimaban 6.500 y finalmente aumentó a 7.240. En 2014 el presupuesto marca un rotundo "0".
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