Ante la matanza terrorista de París
Los europeos hemos respondido a los atentados mostrando que no hay cierre de fronteras que evite que nuestro apoyo llegue a Francia. Sin embargo, también se ha extendido una narrativa de intolerancia en las redes sociales y en la calle que cede a las pretensiones de los terroristas y llama a la división, clamando que los atentados son la prueba de que el islam es incompatible con Europa y que abrir las puertas de nuestro continente a musulmanes es un error. Debemos luchar contra este peligroso mensaje haciendo frente al miedo y aferrándonos a nuestros valores. En Europa hemos aprendido que lo único que es incompatible con nuestra cultura e identidad es la intolerancia, principal origen de la división, la marginalización y el odio. Europa debe reclamar la unión entre sus ciudadanos sea cual sea su religión, y reafirmar su determinación a abrir las puertas a aquellas personas que huyen del mismo horror radical al que nos enfrentamos ahora, un horror que no representa al verdadero islam. Europa y sus valores están siendo atacados, tenemos la obligación de defenderlos con nuestras palabras y acciones.— Natalia Santos-García Bernabé. Madrid.
Conmocionados por los atentados trágicos de París, paralelamente a la expresión de la solidaridad más viva y profunda con el pueblo francés, los europeos deberíamos luchar contra la emergencia de la xenofobia —particularmente la islamofobia— y el rechazo hacia inmigrantes y refugiados, que son también víctimas de estos ataques.
Recordamos al filósofo y sociólogo francés Edgar Morin, quien tras el atentado a Charlie Hebdo manifestaba su preocupación por “el pensamiento reductor”, motor de estigmatización y confusión: “Se reduce el musulmán a islamista, el islamista a integrista, el integrista a terrorista”.— Carmen Mata Barreiro. Madrid.
¿Dónde está la línea que separa el derecho a la información de la morbosidad? Tras los atentados de este pasado viernes en París creo haber visto a, posiblemente, la mitad de los fallecidos a través de fotografías y vídeos. ¿Realmente es necesario mostrarles cuando hay una masacre de semejantes características? Al confirmarse que uno de los fallecidos es español, en solo 10 minutos ya he sabido media vida de este hombre. Tiene que ser muy doloroso que todo el país hable de tu familiar muerto en esas circunstancias, ver su fotografía y sus datos en todos los periódicos y telediarios, ¿dónde está esa línea?— Emma Berga. Manresa (Barcelona)
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