Brighton, una sorpresa en la costa inglesa a una hora de Londres
Su exótico palacio Royal Pavilion, el bohemio barrio de North Laine, los recreativos del Brighton Palace Pier y los mejores 'pubs' para una cerveza artesana y música en directo
De pueblo de pescadores a uno de los enclaves costeros más cosmopolitas del sur de Inglaterra en apenas un siglo. Brighton (visitbrighton.com) se ha convertido en este tiempo en un símbolo de diversidad y tolerancia, un plácido hogar para la comunidad LGTBI. Lo moderno y lo antiguo conviven en cada rincón de esta ciudad, escenario de una treintena de películas. Quizás la más famosa sea Quadrophenia (1979), un homenaje a la banda The Who y al movimiento mod de la década de 1960, cuyo espíritu se respira aquí todavía hoy.
10.00 El escondite de Jorge IV
Una buena forma de comenzar a descubrir Brighton —a poco más de una hora en tren de Londres— es desde su epicentro, en el que se alza el palacio Royal Pavilion (1) (4/5 Pavilion Buildings). Icono de la ciudad, sus bóvedas exteriores recuerdan el Taj Mahal y anticipan lo que podrá verse en su interior: una combinación de estilos a petición del rey Jorge IV en el siglo XIX para su residencia junto al mar. En cada estancia, elementos de lo que originalmente fue una villa neoclásica se entrelazan con otros de las culturas india y china. Uno de los recorridos que más llaman la atención es el de los túneles que unen el palacio con los antiguos establos reales, que el monarca utilizaba, según cuentan, para verse con su amante Maria Ana Fitzherbert. Al otro lado del pasadizo se encuentra el Brighton Dome (2) (Church Street), un espacio cultural, y a su espalda, el Brighton Museum (3), otro lugar para descubrir más sobre la historia de la ciudad, conocida como la capital LGTBI del Reino Unido.
11.30 Colección transgénero
En el Museo de Brighton está ahora The Museum of Transology. Hasta el próximo octubre, este museo itinerante muestra aquí la colección más grande del país de objetos y fotografías donados por personas transgénero con la que se pretende cuestionar el binarismo en el género y el sexo. El cercano barrio de Kemptown es el bastión más importante para el colectivo, en el que también merece la pena adentrarse. En el número 100 de su arteria principal, Saint James’s Street, se encuentra Morris and Jacques (4), una coqueta cafetería para tomar un delicioso brunch elaborado con productos locales de la región de Sussex.
13.00 Para amantes de lo ‘retro’
La filosofía del céntrico y bohemio barrio de North Laine es la de no tirar nada a la basura. Sus calles sorprenden por la cantidad de burros de ropa usada que custodian la entrada de cada tienda. En Beyond Retro (5) (42, Vine Street) confeccionan a mano su colección de prendas de vestir con textiles reciclados. Y en Snoopers Paradise (6) (7/8, Kensington Gardens) —que se traduce como el “paraíso del fisgón”—, se encuentran todo tipo de artículos antiguos, como muebles victorianos, lámparas, cámaras analógicas, videoconsolas descatalogadas, joyas y piezas de arte. También abundan en la zona los estudios y las galerías de arte como la Gallery 40 (7) (40, Gloucester Road), que vende cuadros, fotografías o esculturas de artistas locales a precios asequibles. Hechas, o no, las compras, una opción para almorzar en North Laine es The Basketmakers Arms (8) (12, Gloucester Road), nombrado uno de los mejores pubs del Reino Unido por la prestigiosa guía The Good Pub Guide. Famoso es su Sunday Roast, un asado de carne que se prepara, como su nombre indica, los domingos, acompañado con verduras y pudin de Yorkshire, y rociado con salsa gravy.
También el domingo se celebra en el puerto de la ciudad el Car Boot Sale en Brighton Marina (9), un mercadillo donde encontrar verdaderos tesoros de coleccionista vendidos por particulares que utilizan el maletero de sus vehículos como expositores.
16.00 De muelle a muelle
En la habitación Modrophenia del Hotel Pelirocco (10) (10, Regency Square) hay una motocicleta Lambretta roja partida en dos e incrustada en la pared, a ambos lados de la cama como mesillas. El edredón luce el logo de la banda The Who y en el perchero cuelgan dos albornoces de color caqui con parches que recuerdan a las chaquetas que vestían los mods, esa subcultura de modernos que surgió a finales de la década de 1950. La estancia es todo un homenaje a la película Quadrophenia. Brighton Walks realiza visitas guiadas por esta y otras localizaciones del largometraje. Una de sus escenas más icónicas es la pelea en la playa entre los mods y los rockers (enemigos naturales), a unos pocos metros de donde hoy está el British Airways i360 (11) (Lower Kings Road), un mirador de 162 metros de altura desde el que se divisa toda la ciudad e incluso la isla de Wight —a 79 kilómetros—, si el tiempo lo permite.
Enfrente de esta torre, el destartalado West Pier hace las delicias de fotógrafos y curiosos. Este antiguo complejo recreativo en mitad del mar fue abandonado en 1975 y destruido por las tormentas desde entonces. Para tener una ligera idea de cómo era, basta con acercarse, con un paseo de 10 minutos junto al mar, al Brighton Palace Pier (12) (Madeira Driveway), otro muelle de ocio de finales del XIX aún operativo.
19.00 Concierto bajo la estación
Ir a un pub es parte de una visita a Brighton. Si escoger entre la multitud de variedades de cervezas que hay (muchas, de elaboración propia) le supone un quebradero de cabeza, lo más recomendable es pedirle al camarero una muestra para probarla antes, una costumbre típica entre los lugareños. Para degustar brebajes locales se puede ir a Hand in Hand (13) (33, Upper St James’s Street), que no tiene cervecera propia, pero produce en otras (por eso se llama gypsy brew). Otra opción es Prince Albert (14) (48, Trafalgar Street), que produce algunas de las cervezas artesanales más populares de la región (Burning Sky o Dark Star, por ejemplo) y su exterior es también un símbolo de la ciudad. En 2004, Banksy dejó su impronta con la obra Kissing Coopers, que fue retirada para su venta siete años después. Hoy en el mismo lugar hay una copia del grafiti, enmarcada y protegida por una mampara de metacrilato.
Otra forma de disfrutar de los pubs es con las sesiones de música en directo. Green Door Store (15) (4, Trafalgar Arches), situado literalmente bajo la estación de tren de Brighton, es una de las salas de conciertos más importantes del sur del país y una oportunidad para descubrir a bandas locales emergentes antes de que se hagan famosas. De esta peculiar localidad han salido artistas como The Kooks, British Sea Power, Rizzle Kicks o el DJ Fatboy Slim.
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