Un ciclista aficionado cubre los 150 kilómetros entre Gijón y Ribadeo en casi hora y media menos que el tren
Manuel Carrelo ‘Nenón’ tardó 4 horas y 38 minutos en completar un trayecto que en FEVE puede llegar a durar seis horas
Manuel Carrelo, conocido como Nenón, vive en Ribadeo (Lugo) y hace unas semanas viajó en coche a Gijón (Asturias), donde vive su novia. Cuando consultó los horarios del tren para volver a casa y apoyado por el buen tiempo, surgió el reto: “El [tren] más rápido tarda algo más de cuatro horas y media; el más lento, más de seis; y pensé que me llevaba lo mismo hacer el trayecto en bici”, afirma este ciclista aficionado del Aerodynamics Academy Cycling Team de Castropol, que, sin quererlo, ha convertido su afición en un acto reivindicativo que evidencia, una vez más, el estado de los trayectos ferroviarios en el norte de España.
Nenón cubrió los aproximadamente 150 kilómetros entre Gijón y Ribadeo en 4 horas y 38 minutos. Lo llamativo es que el tren de ancho métrico (antigua FEVE) hace el mismo recorrido entre cuatro horas y media y seis horas, dependiendo del horario, o sea que en el peor de los casos invierte casi hora y media más que este deportista en recorrer la misma distancia. “No es la primera vez que lo hago. De vez en cuando hago un trayecto un poco más largo de lo normal y en esta ocasión, aunque sufrí un poco al final, porque son más de cuatro horas pedaleando, tampoco vine a morir”, bromea el ciclista aficionado que, aunque no es profesional, recorre unos 12.000 kilómetros al año.
Después de completar el trayecto, hizo una captura de pantalla de lo que había recorrido, lo que tardó y los horarios de los trenes de Feve. “Y se lio”, sonríe. “No lo hice adrede, simplemente era para mostrar que esto es un desastre. No solo los horarios, es que igual ni pasa el tren, o no pasa por la parada donde lo esperas. En Asturias están todo el día vendiendo lo del AVE y tienen esto como lo tienen”.
Esa opinión, dice, está refrendada por la realidad. Las incidencias ferroviarias en Asturias y Galicia no son nuevas. El Principado sigue esperando por unos trenes para la línea de ancho métrico, después del fiasco de un primer pedido cuyas medidas impedían su paso por los túneles. Tendrían que estar rodando este año y no estarán concluidos hasta 2026 debido, según ha desvelado una auditoría interna, a una falta de comunicación entre ADIF y Renfe.
Los incumplimientos no se quedan ahí. Los nuevos trenes Avril que debían mejorar las conexiones de alta velocidad de Galicia y Asturias tampoco llegarán en plazo. Estaban previstos para el primer trimestre, pero el Ministerio de Transportes ya no da fechas para su entrada en funcionamiento; y el departamento que dirige Óscar Puente lo ha solventado, en el Principado, con compensaciones.
La queja en Asturias y Galicia es generalizada. Los vecinos protestan por las pocas frecuencias de los trenes y sus retrasos. “Hace muchos años que no lo cojo porque es un desastre, para distancias largas es muy lento”, señala un usuario. El descontento viene también por la antigüedad de los trenes: “No es que estén viejos, es que están acabados”.
Los trenes de cercanías que circulan por las comunidades que no asumieron en su momento las competencias ferroviarias tienen una edad media que supera la vida útil establecida en 30 años. Los trenes asturianos de FEVE tienen de media 31 años y alcanzarán los 34 si se cumple la promesa del Ministerio de Transportes de que las primeras nuevas unidades que debe fabricar CAF estén listas en 2026. La edad media de los convoyes en España, mientras tanto, se sitúa en unos 19 años.
Es la historia resumida de un abandono progresivo que, como señala Dacio Alonso, actual presidente de la Unión de Consumidores de Asturias y trabajador jubilado de FEVE, va a costar más que dinero poder solucionarlo: “El esperpento de los gálibos, túneles y trenes de FEVE es solo una mínima consecuencia de un proceso histórico para arruinar una empresa pública y despreciar de forma sistemática a sus usuarios. A pesar de la gratuidad de las cercanías, muchos trenes hoy en FEVE van vacíos. Eso sintetiza con claridad lo mucho que se tiene que hacer para recuperar la confianza y credibilidad de un medio público de transporte”.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.