El diplomático español Javier Colomina, nuevo representante especial de la OTAN para el flanco Sur

El diplomático español Javier Colomina será finalmente el Representante Especial de la OTAN para la Vecindad Sur, según ha anunciado este martes el secretario general de la Alianza Atlántica, Jens Stoltenberg. El nombramiento de este cargo, cuya creación se acordó en la reciente cumbre de la OTAN en Washington, ha sido objeto de un duro pulso con Italia, que la semana pasada no ocultó su malestar cuando se filtró la decisión.

La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, daba por hecho que el puesto sería para un italiano, y su representante permanente ante la OTAN entregó una carta de protesta a Stoltenberg en la que expresaba su “gran sorpresa y decepción” por una decisión que, agregaba, no había sido objeto de una “consulta adecuada con los aliados”. Italia pretendía frenar la elección hasta el próximo 31 de octubre, cuando el ex primer ministro de los Países Bajos Mark Rutte asumirá la Secretaría General de la Alianza. Sin embargo, Stoltenberg no ha querido demorar el nombramiento y ha designado al diplomático español, que forma parte de su equipo de máxima confianza.

Colomina, cuyo nombramiento fue anticipado por La Vanguardia, es desde 2021 vicesecretario general adjunto para Asuntos Políticos y Política de Seguridad de la OTAN y representante especial del secretario general para el Cáucaso y Asia Central. Entre 2017 y 2021 había sido representante permanente adjunto en la embajada de España ante esta organización. Antes había pasado por las embajadas españolas en Tokio, Buenos Aires, Damasco y ante la ONU en Nueva York.

“Las regiones de Oriente Medio, el norte de África y el Sahel son importantes para nuestra Alianza. Javier Colomina tiene una amplia experiencia en el trato con socios de la OTAN. Su nombramiento fortalecerá todavía más el importante trabajo de la OTAN en el sur”, ha declarado Stoltenberg al anunciar su decisión.

Para el Gobierno de Roma, la decisión del todavía secretario general de la OTAN supone una “traición”, en palabras del ministro de Defensa italiano, Guido Crosetto. “Le escribí un mensaje muy duro a Stoltenberg”, reveló el ministro, después de que se conociera que el diplomático español era el elegido. “Me enfureció y habrá consecuencias en términos de relaciones personales. La suya fue la traición de un principio: fue Italia la que había luchado por introducir el papel de enviado para el flanco Sur”, agregó Crosetto.

Fuentes gubernamentales españolas sostienen, por el contrario, que España viene pugnando desde hace años porque la OTAN preste mayor atención a su flanco Sur y así se evidenció en la cumbre de Madrid en 2022; y agregan que Italia ya está representada en los altos estamentos de la organización, como muestra el hecho de que un almirante italiano, Giuseppe Cavo Dragone, sea el nuevo presidente del Comité Militar de la Alianza. Según las mismas fuentes, el malestar de Meloni se explica por los reveses que ha sufrido en su empeño por hacer valer su peso en las instituciones de la UE, lo que llevó a los eurodiputados de su partido, Hermanos de Italia, a votar en contra de la reelección de Ursula von der Leyen como presidenta de la Comisión Europea.

Como Representante Especial de la OTAN para la Vecindad Sur, Colomina será el encargado de poner en marcha el Plan de Acción “para un enfoque más sólido, más estratégico y orientado a resultados hacia nuestra vecindad del sur, que se actualizará periódicamente”, según acordaron en Washington los jefes de Estado y Gobierno de los 32 países aliados. “Reforzaremos nuestro diálogo, nuestra divulgación, nuestra visibilidad y nuestros instrumentos de cooperación existentes, como la Iniciativa de Creación de Capacidades de Defensa, el Centro para el Sur [con sede en Nápoles, Italia] y el Centro Regional OTAN-ICI [Iniciativa de Cooperación de Estambul por sus siglas en inglés] en Kuwait”, añadía la declaración.

Aunque la mayor preocupación de España o Italia es la situación del Sahel, la declaración de Washington no menciona expresamente esta región, como sí hace en cambio con Jordania, donde la OTAN planea abrir una oficina de enlace en Amman, o Irak, donde se ampliarán los cometidos de la misión aliada de asesoramiento a las autoridades iraquíes (NMI), que manda un general español, a pesar de la previsible salida de las tropas estadounidenses del país.

En un momento en que se han retirado del Sahel las fuerzas militares de la UE o la ONU, dejando un vacío que está ocupando Rusia, el objetivo es pasar de un mero asesoramiento teórico a países como Jordania, Túnez o Mauritania a la elaboración de planes para capacitar a los ejércitos locales para combatir el terrorismo yihadista. Esto debería implicar, explican fuentes militares, no solo la instrucción de sus tropas, sino también la transferencia de equipos y armamento, como ya se está haciendo con Ucrania.

El ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, se ha felicitado del nombramiento a través de un mensaje en la red social X (antiguo Twitter), en el que añade: “España ha liderado la presencia del flanco Sur en el Concepto Estratégico, y el mayor compromiso y cooperación de la Alianza con la región”.