La Costa del Golf no tiene límites

Tendrá un hotel de cinco estrellas, 350 apartamentos turísticos, un museo de carruajes, un centro ecuestre de doma clásica y un campo de golf de 18 hoyos. Valle del Golf Resort se desplegará sobre un millón de metros cuadrados en Mijas (Málaga, 89.502 habitantes) recalificados por el Ayuntamiento para convertir ese suelo no urbanizable en urbanizable. Será el campo número 13 del municipio y el 70 de la llamada Costa del Golf, que incluye toda la Costa del Sol occidental y el litoral mediterráneo de Cádiz. Todos ellos concentrados en unos 140 kilómetros. No es el único en trámite en Mijas —hay uno más en la zona de Finca Capitán— ni en este rincón de Andalucía, con proyectos en Málaga, Nerja, Alhaurín de la Torre y Castellar de la Frontera. “El golf es deporte y es, sobre todo, una potente industria turística de la que nos beneficiamos todos”, afirman desde la Real Federación Andaluza de Golf. En Ecologistas en Acción, sin embargo, creen que se trata de “modelo insostenible” por la degradación del medio ambiente y la falta de agua, según apunta Librada Moreno, una de las responsables de la organización. Como buena parte de Andalucía, las costas de Málaga y Cádiz tienen restricciones para el uso de agua debido a la larga sequía.

La celebración de la Solheim Cup —torneo femenino que enfrenta a Europa con Estados Unidos— el año pasado en Casares impulsó la promoción de este litoral como destino de golf. Es un turismo que aporta 1.410 millones de euros al año en Málaga y 774 millones en Cádiz, según los datos publicados por sus diputaciones provinciales. Británicos, alemanes y nórdicos son los que más juegan, con presupuestos que rondan los 1.800 euros por persona. Los municipios que aglutinan la oferta son dos: Marbella, con 15 campos, y Mijas, con 12. En la actualidad hay 69 en esta área, que pronto serán más. “El crecimiento del sector es siempre una buena noticia”, insisten desde la federación andaluza. “Es un turista de calidad que contribuye a la desestacionalización”, destaca también Lourdes Burgos, concejala de Urbanismo del Ayuntamiento de Mijas.

El municipio malagueño certificó por unanimidad el proyecto Valle del Golf Resort en 2019 con Ciudadanos en el Gobierno municipal. También aprobó de manera inicial la modificación de elementos —el cambio de suelo no urbanizable a urbanizable— en 2022 ya con el PSOE al mando. Y lo ratificó el pasado mayo con el PP en la alcaldía, a la que llegó gracias a una moción de censura con el apoyo de Vox. “Ha tenido apoyo siempre con independencia de quien gobernase”, aclara Burgos. También de la Junta de Andalucía, que lo incluyó en su Unidad Aceleradora de Proyectos para facilitar la tramitación. Aún queda mucho para que las máquinas arranquen porque la promotora aún debe presentar la planificación urbanística, que incluirá la fórmula de obtención de los recursos hídricos para las viviendas y el campo de golf. “Tiene que regarse con agua regenerada”, advierte la edil mijeña.

Sus palabras no convencen a Ecologistas en Acción. Su coordinador en Mijas, Juan Alarcón, decía en junio que “la administración no ha entendido que se está ante una emergencia ambiental y climática”. “Es otra actuación que esquilma los recursos naturales en beneficio de unos pocos”, añade Librada Moreno, una de las responsables de la entidad en la provincia malagueña, quien destaca que las instalaciones lindan con una Zona de Especial Conservación ambiental. También recuerda la situación de “escasez severa” que afecta a la Costa del Sol occidental, que en la zona oriental es aún peor debido a la clasificación como “escasez grave” por la sequía, que impone numerosas restricciones. “Más del 80 por ciento de los campos de la Costa del Sol utilizan aguas regeneradas para su riego”, aclaran desde la Federación Andaluza de Golf. Los que no lo hacen “es porque no les llega” y usan “concesiones administrativas de pozos o comunidades de regantes, no utilizando en ningún caso agua potable para su riego”, añaden. Eso sí, el fiscal de Medio Ambiente de Málaga, Fernando Benítez, investiga tres campos malagueños denunciados por la Guardia Civil por supuesto “uso ilegal” de agua.

Nuevos proyectos

En la actualidad hay, al menos, otros tres campos en los términos municipales de Málaga, Nerja y Castellar de la Frontera, ya en Cádiz. “Es insostenible”, considera Javier de Luis, de la asociación ecologista Malaka, que critica la fuerte ocupación de suelo, consumos de agua y energía. El primero es una de las grandes apuestas urbanísticas del alcalde malagueño Francisco de la Torre para una zona denominada Rojas Santa Tecla. Aprobado por el consistorio en 2022, se desarrollará en una parcela de 1,5 millones de metros cuadrados ya urbanizables en la zona oeste de la capital, donde se prevé que el año que viene arranquen las obras para construir un campo de golf de 18 hoyos y casi 2.900 viviendas. “Es un botón de muestra de ese modelo de urbanismo depredador y especulativo del PP”, señaló hace un mes Toni Morillas, portavoz de Con Málaga —confluencia de izquierdas— quien pidió la paralización de la iniciativa.

El de Nerja es un proyecto de la Sociedad Azucarera Larios, una de las grandes propietarias de suelo en la zona este de la Costa del Sol. La idea nació hace años y fue retomada en plena pandemia con el apoyo del Ayuntamiento de Nerja, gobernado por José Alberto Armijo (PP). El proyecto supera los 300 millones de euros de inversión y dibuja un complejo turístico con campo de 18 hoyos, hotel y 600 viviendas sobre unos 2,5 millones de metros cuadrados —la mayoría de uso agrícola— junto a una pedanía nerjeña, Maro. El municipio firmó un convenio con la promotora para acelerar la recalificación de los suelos en 2021 y un año más tarde la Junta de Andalucía arrancó el estudio ambiental, pero desde entonces no ha habido anuncios públicos. “No sabemos nada”, sostiene Rafael Yus, portavoz de Ecologistas en Acción. “Es una barbaridad”, suscribe, tras recordar que la zona está protegida en el Plan Especial urbanístico tras la declaración de Maro como sitio histórico-paraje pintoresco.

En el caso de Castellar de la Frontera se trata de un campo de golf de 18 o 36 hoyos bajo diseño de Tom Doak y un desarrollo urbanístico de baja densidad que cuenta con luz verde de las administraciones. Está impulsado por La Zagaleta, urbanización de lujo ubicada en Benahavís, cerca de Marbella. “También se complementará con un hotel de lujo, alquileres vacacionales, residencias y servicios que atraerán a un amplio abanico de huéspedes y familias”, remachaban desde la compañía en un comunicado.